Piden al juez que obligue al SAS a presentar grabaciones por la muerte de una anciana en Carmona

Actualizado: miércoles, 17 marzo 2010 14:48

CARMONA (SEVILLA), 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

La representación legal de la familia de Rosario Alonso Ballesteros, una mujer de 87 años que falleció en verano de 2009 tras un cuadro de disnea en su domicilio de Carmona (Sevilla) en una situación en la que se produjo una tardanza excesiva en la llegada de la ambulancia, ha remitido un escrito al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad en el que se pide que se libre un oficio al Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que éste facilite las grabaciones de las llamadas realizadas al servicio de urgencias.

Fuentes del caso precisaron a Europa Press que esta medida, en la que se incluye la solicitud al SAS de facilitar el historial clínico de la fallecida y la declaración como testigo del médico que la atendió, se produce por lo que consideran una reticencia de la administración a la hora de facilitar lo que la familia cree pruebas importantes para el caso y que ya han solicitado por vía formal, sin resultados hasta ahora.

La tesis de la familia de la anciana es que se produjo un "error" en la tramitación de la urgencia por parte del teléfono de emergencias, "que le dio al suceso un nivel que no le correspondía". Ello se sumó a las carencias en el servicio de ambulancias que registraba el municipio en esa época, pues no había ningún vehículo sanitario disponible a la hora en que sucedieron los hechos.

Los familiares interpusieron una denuncia ante el Puesto de la Guardia Civil en la localidad en la que daban cuenta del retraso en la llegada de la ambulancia, que llegó al lugar del suceso una hora y media después de la primera llamada a los servicios de emergencias sanitarias, según su versión. La postura del 061 apunta a que el tiempo de espera de la familia fue menor de 40 minutos.

En la denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press, se relataba cómo a las 14,30 horas del 16 de agosto de 2009 la hija de Rosario Alonso realizó una llamada a las emergencias pidiendo el traslado de una unidad móvil médica al domicilio, en la calle Extramuros de Santiago del municipio, "ya que su madre estaba muriéndose, no reaccionaba de ninguna manera y casi no podía respirar".

EL MÉDICO ESPERABA LA AMBULANCIA

Sobre las 15,05 horas, y al no haber llegado la ambulancia, una de las nietas de la fallecida, Raquel Rodríguez, llamó al teléfono para comunicar la misma incidencia, "a la que se manifiesta que en breve llegaría la ambulancia, solicitando nuevamente los datos de la enferma".

"Nuevamente, a los diez minutos, y ante la desesperación de lo que estaba sucediendo, volvió a llamar al referido teléfono y preguntando el motivo de la tardanza, al cual no se dio explicación", rezaba la denuncia, que da cuenta de la repetición de esta operación en otra ocasión posterior.

Sobre las 16,00 horas la nieta de Rosario recibió llamada del número de emergencias, que cuestionaba por el estado de salud de la enferma, a lo que ésta respondió que ya había fallecido. La tardanza motivó que poco más allá de las cuatro de la tarde otra de las nietas de la enferma, Rosario Salgado, se pasara por el centro médico, dada la cercanía de su domicilio, "para ver qué era lo que sucedía".

A su llegada al centro, el médico de guardia manifestó "que estaba esperando la ambulancia", por lo que, finalmente, se trasladó hasta el domicilio de la paciente en el propio vehículo de la denunciante, donde sólo pudo constatar la muerte de Rosario Alonso.