SEVILLA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Socialista ha registrado una proposición no de Ley en el Parlamento andaluz para que la institución inste a la Junta de Andalucía a generalizar la medida de acogimiento familiar de menores adolescentes, con trastornos de conducta o inmigrantes.
En la iniciativa, a la que tuvo acceso Europa Press, los socialistas demandan además que el Consejo de Gobierno difunda y potencie la figura del acogimiento familiar tanto en los profesionales como en la población andaluza; que incremente las prestaciones económicas a las familias acogedoras de menores tanto por familia extensa como ajena, y que fomente el desarrollo de los acogimientos de urgencia para evitar el internamiento de menores de corta edad.
Asimismo, el Grupo Socialista también solicita que la Junta fortalezca el programa de acogimiento en familia ajena independientemente del subprograma de urgencia; que refuerce y consolide el programa de seguimiento, formación y apoyo a familia extensa; que refuerce las campañas de sensibilización para crear en Andalucía una cultura del acogimiento familiar; y que consolide los protocolos para la intervención conjunta de los profesionales tanto de los centros de protección, de las entidades colaboradoras, de las delegaciones provinciales de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social y de la Dirección General de Infancia y Familias.
En la exposición de motivos, los socialistas aseguran que el acogimiento familiar es una medida de protección alternativa a la institución por la que un menor, durante un tiempo, pasa a formar parte de una familia distinta a la suya propia, que le proporcionará los cuidados necesarios para su desarrollo psicosocial y una atención normalizada, evitando los riesgos que supone la separación de su medio. Por ello, según explicaron, se procura que el acogimiento sea realizado por miembros de su propia familia, y si ello no fuese posible, por familia ajena.
Asimismo, afirmaron que la importancia del acogimiento familiar radica en que permite establecer vínculos afectivos que enriquecen su propia historia vital; disfrutar de la convivencia como estilo de vida; crear un sentimiento de pertenencia a la familia; fortalecer la capacidad de adaptación de las familias y de los menores; o fomentar los círculos solidarios que se establecen en torno a los niños y niñas acogidos.
Por último, explicaron que como medida de protección, el acogimiento ha experimentado muchos cambios en los últimos años. "Cambios que tienen que ver fundamentalmente con la regulación legal de los diferentes tipos de acogimientos familiares, con las características de los niños que actualmente están en disposición de ser acogidos y con el perfil de las personas que desean acoger", concluyeron.
