SEVILLA, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un colectivo de vecinos de la avenida de Alvar Núñez, en el barrio sevillano de El Tardón, ha mostrado este jueves sus quejas por las "continuadas" interrupciones en el suministro eléctrico que padecen varios bloques de viviendas de dicha vía y de la calle Lorenzo Leal, así como algunos bares y establecimientos de la zona, desde hace ya "más de un mes", situación agravada con las bajas temperaturas que marcan las jornadas actuales.
En un comunicado remitido a Europa Press, estos vecinos precisan que estas interrupciones del abastecimiento energético han acontecido el pasado 29 de noviembre, durante la jornada del 31 de diciembre, la propia Nochevieja, la madrugada de Año Nuevo y además los días 3, 4 y 7 de enero.
"En casi todas las ocasiones, el suministro eléctrico deja de recibirse a lo largo de cinco o seis horas seguidas", exponen detallando que en ocasiones estas interrupciones han acontecido hasta "dos veces durante la misma jornada". "Los perjuicios son evidentes, más aún en estas fechas de frío intenso, sin poder conectar los calefactores, con pérdida de potencia en los electrodomésticos, la conexión a Internet para el acceso al teletrabajo o a la vuelta de las clases escolares para muchos estudiantes", lamentan.
Del mismo modo, explican que pese a la "multitud de avisos, reclamaciones y notificaciones" elevadas a Endesa por los vecinos a título individual y por las comunidades de propietarios, el asunto "no se ha resuelto" y la compañía "aduce cada día a una incidencia aislada, sin resolver este grave problema energético".
CASOS SENSIBLES
Todo ello, cuando "en algunos portales se están viendo afectadas personas" que necesitan especialmente el suministro eléctrico por motivos sanitarios, al requerir equipamientos como "respiradores, o deshumidificadores", por ejemplo.
Al respecto, fuentes de Endesa han indicado a Europa Press que todas estas incidencias derivan de fusibles fundidos en el centro de transformación Tardón 1, ubicado en la calle Morovelli de Puebla, tratándose de un mecanismo de "protección" de la instalación eléctrica frente a las "sobrecargas" en el sistema, toda vez que cada centro de transformación cuenta con una potencia correspondiente a "la demanda prevista", una demanda que se incrementa con las bajas temperaturas actuales.
En cualquier caso, Endesa asegura que estudiará las reclamaciones promovidas con relación a estas incidencias y defiende su voluntad de "mejorar" sus instalaciones en la zona.
