SEVILLA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha llevado a cabo la restauración de la imagen del Cristo de la Misericordia del convento de la Encarnación de Osuna (Sevilla), una imagen de autor anónimo correspondiente a la primera mitad del siglo XV, y que se presentaba un mal estado de conservación solucionado a través de una inversión de 17.168 euros.
Durante el proceso de restauración de esta imagen, que representa a Jesús muerto en la cruz y que pertenece a las Mercedarias Descalzas de Osuna, se ha procedido a la desinfectación por medio de anoxia, a la fijación de dorados y de la policromía, a la consolidación de las estructuras, a la limpieza de la suciedad superficial, barnices y repintes, así como a la reintegración volumétrica y cromática de toda la imagen.
Asimismo, según un comunicado de la Consejería de Cultura, se ha modificado el sistema de anclaje en la cruz y se han sustituido los clavos por otros de acero inoxidable. Se trata, por tanto, de una intervención integral sobre la imagen del Cristo de la Misericordia, la cual se ha desarrollado a lo largo de ocho meses. Igualmente, se ha procedido al tratamiento de antixilófagos en el pequeño retablo donde se ubica la talla.
En los estudios previos a la intervención, se comprobó que el crucificado presentaba un ataque de insectos xilófagos generalizado y una grieta vertical que recorría todo el torso de la imagen, consecuencia de los movimientos inherentes al secado de la madera y que habían provocado más de una intervención restauradora para enmascarar el daño en épocas pasadas.
Asimismo, se constató que la cabellera fue modificada en el siglo XVIII, eliminándole la corona de espinas tallada directamente sobre la cabeza, así como varios mechones de pelo, para colocarle otros más acordes con el gusto de la época.
Por otro lado, y examinando la documentación encontrada en el archivo conventual de las Mercedarias Descalzas de Osuna, se confirmó que, entre los años 1768 y 1775, se procedió a policromar de nuevo la imagen del Cristo de la Misericordia y a modificar algunos elementos como la cruz, el sudario y el clavo, coincidiendo con la construcción del retablo barroco que actualmente alberga la talla.
