SEVILLA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Foro Flamenco de Morón, en colaboración con las universidades andaluzas y con la Junta de Andalucía, celebrará hoy en la Fundación Cruzcampo de Sevilla un ciclo sobre Diego del Gastor, con el que se pretende profundizar en esta mítica figura del toque, con motivo del centenario de su nacimiento.
Pedro Luis Vázquez, uno de los organizadores y ponentes de este encuentro, explicó hoy a Europa Press que el objetivo de este simposio es dar "una visión lo más amplia posible de este guitarrista de la vieja escuela", con un programa que incluye conferencias y actuaciones musicales, que se desarrollarán durante la jornada de mañana.
Entre otros asuntos, en este ciclo se analizará el contexto social y cultural del "hijo del Gastor", mediante ponencias como 'Vida e Historia de Diego', La poesía en Diego del Gastor', 'Perfil humano y contexto socio-cultural de la época' o 'Apuntes en torno al toque solista y de acompañamiento de Diego del Gastor'.
También se celebrará el recital 'Recordando a Diego', con la guitarra de Paco del Gastor y sus nietos; y el cante de Jesús Heredia y Diego Núñez 'El Cabrillero'.
Esta es una de las actividades que el Foro Flamenco de Morón ha iniciado para potenciar el conocimiento y la difusión del flamenco, teniendo a la Universidad como "motor de investigación e impulsora del desarrollo cultural" en este sentido.
En la realización de estas jornadas colaboran la Hispalense, la Pablo de Olavide, la Internacional de Andalucía, la Consejería de Cultura, la Bienal de Flamenco y la Comisión del Centenario de Diego del Gastor, además de la Fundación Cruzcampo, que patrocina.
Diego del Gastor fue el creador y máximo estandarte de la escuela de toque de Morón (Sevilla), donde pasó la mayor parte de su vida y desarrolló su actividad artística. Hoy esa escuela la han heredado sus sobrinos Diego de Morón y Paco y Juan del Gastor.
De pequeño Diego vivió en Ronda (Málaga) y en El Gastor (Cádiz), pueblo del que procede su nombre artístico. Su hermano José y Pepe Naranjo fueron sus maestros, aunque siempre se confesó seguidor de Montoya y, sobre todo, de Niño Ricardo.
Recibió clases de solfeo, pero su gran virtud siempre fue el compás. Desarrolló una manera de tocar absolutamente diferente; improvisaba, creaba y cuando acompañaba el cante era capaz de llegar no sólo al público, sino a los propios cantaores, a los que motivaba con la emoción que transmitía. Su destreza y sus falsetas le llevaron a acompañar a cantaores como Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Joselero de Morón o Juan Talega. También fue importante su relación con los americanos de la base de Morón que infundieron notas negras a su toque.
