SEVILLA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
Su Majestad el Rey Juan Carlos I, acompañado de su hija, la Infanta Elena, inauguró hoy el monumento en honor a su madre, Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleáns, al descubrir una placa al pie de la escultura. La figura, colocada frente a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, está junto al coso taurino de El Arenal. Al acto se sumaron cientos de personas curiosas que no quisieron perderse la oportunidad de ver a los miembros de la Familia Real.
La estatua, una figura ecuestre, está realizada en bronce sobre un pedestal de mármol de Macael, y tiene una altura conjunta de 5,60 metros. El coste ha sido de 324.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Sevilla a través de su Gerencia de Urbanismo aportará 100.000 euros, la Fundación Doña María de las Mercedes otros 100.000 euros y los 124.000 euros restantes correrán a cargo de la Fundación de la Real Maestranza de Caballería.
El acto contó con la presencia de numerosas autoridades y rostros conocidos, como el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón; el vicepresidente primero y consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías; el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el cardenal-arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo
Tampoco se perdieron la cita los representantes de dos de las aficiones más conocidas de la difunta madre del Rey: los toros, con la figura de Curro Romero; y el Real Betis, representado por su presidente, José León.
Otros rostros conocidos que no se perdieron el evento fueron el jefe de la Fuerza Terrestre, Virgilio Sañudo; el teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo y Alarcón; el escritor Antonio Burgos, el presidente de la CEA, Santiago Herrero, o el decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo.
El Ayuntamiento de la capital hispalense, así como la Fundación Doña María de las Mercedes y la Fundación de la Real Maestranza de Sevilla, rinden de esta forma tributo a la madre del monarca, que sintió especial predilección por Sevilla y así lo manifestó siempre que tuvo oportunidad.
Doña María de las Mercedes se trasladó a la capital hispalense cuando su padre fue destinado a Sevilla como capitán general de la región militar correspondiente, aunque tuvo que irse de tierras españolas a partir de la proclamación de la II República Española, en 1931, cuando tuvo que marcharse al exilio a París (Francia). Murió en el año 2000 en Lanzarote, durante las vacaciones familiares durante la festividad de Año Nuevo.
