La acusación particular pide 25 años para Ricardo S. y 20 para su mujer, con la alternativa de diez para ésta si se le cree cómplice
SEVILLA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal ha pedido 22 años de cárcel para Ricardo S.A., presunto autor material de la muerte del celador Gaspar G.T., el pasado 8 de enero a las puertas del albergue juvenil de Isaac Peral de Sevilla, al que acusa de un supuesto delito de asesinato. En su escrito de solicitud de juicio oral y calificaciones provisionales, el ministerio público reclama además una pena de 14 años de cárcel para la mujer del acusado, María Luisa C.J., al considerarla cómplice de asesinato por los hechos.
Por su parte, la acusación particular eleva la petición de condena a 25 años de prisión para Ricardo S.A. por presunto asesinato, considerando que en su actuación concurren las agravantes de alevosía y enseñamiento; así como 20 años para su mujer, considerándola presunta autora también de asesinato, si bien ofrece la calificación alternativa de 10 años de cárcel para la mujer si se estima que fue cómplice de los hechos. Esta parte acusa también de un supuesto delito de atentado a Angel M.M., tío de la niña atropellada por el celador y que conducía la furgoneta, y para el que reclama cinco años de cárcel. Sobre éste, el fiscal no se pronuncia.
Así lo informaron a Europa Press fuentes de la defensa de Ricardo S.A. y su mujer, que dispone de cinco días para presentar su escrito de defensa. En cuanto a las calificaciones de las acusaciones, que recibió esta misma tarde, se apuntó que en el mismo se solicitan numerosas pruebas a realizar en el acto del juicio oral.
Entre ellas, se mencionó que se pide la declaración de al menos una docena de testigos, entre los que figura el pasante del letrado que defiende a Ricardo S.A. y que acompañó a éste cuando fue a buscarlo a Portugal; también se piden nueve periciales, entre otras.
PETICION DE LIBERTAD
En cuanto al recurso de reforma y subsidiario de apelación presentado por la defensa ante la Audiencia Provincial de Sevilla contra el auto del Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla por el que se denegó la puesta en libertad del inculpado, las citadas fuentes indicaron que aún no ha habido respuesta.
Tras recordar que los hechos sucedieron después de que la víctima atropellara accidentalmente a la hija del acusado, se apuntó que el citado juzgado se basó para denegar la salida de prisión de Ricardo S.A. --en prisión por los hechos--, entre otros argumentos, "en la naturaleza del delito cometido, en la pena que pudiera corresponder al acusado y en las circunstancias que rodearon el hecho".
La defensa, por su parte, expuso como argumentos a su favor el hecho de que ya no existe alarma social por lo ocurrido, a su juicio, y que su defendido tiene domicilio y trabajo fijos, pero no fueron considerados por la juez instructora. La mujer María Luisa C.J. sí fue puesta en libertad después de que el pasado 21 de marzo la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla emitiera un auto por el que se decretó su puesta en libertad.
El auto recogía básicamente lo señalado en el recurso que presentó en su día la defensa por el que se solicitaba la puesta en libertad de la mujer y que no fue admitido por la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla, por lo que la defensa elevó el recurso a la Audiencia.
Para la Sección Primera de la Audiencia Provincial, según el auto emitido, no había argumentos suficientes para que la mujer continuara en prisión y que está por ver, "y se verá cuando se celebre el juicio", su grado de cooperación "si es que lo hubiera" con el presunto autor material de los disparos, según explicó el abogado de la defensa en su día.
Además, añadió que se apuntaba que no había riesgo de fuga por su parte "porque al principio tampoco huyó" y se tiene en cuenta que "es madre de tres hijos y que su marido se encuentra en prisión" por esta causa. La Fiscalía de Sevilla ya exculpó en su día a Angel M. M., tío de la niña atropellada, al no observar delito en su conducta a raíz del incidente, que desembocó en la muerte del celador.
