Sevilla.- Tribunales.- Tres guardias civiles declaran que el vecino de Brenes se interpuso en una operación antidroga

Actualizado: miércoles, 19 abril 2006 21:04

SEVILLA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Tres de los cuatro guardias civiles que actuaron en la operación en la que un vecino de Brenes (Sevilla) les denunció acusándoles de supuestos delitos de "lesiones, torturas, coacciones, impedimento a ejercer sus derechos cívicos y atentado contra la integridad moral", han vuelto a prestar declaración ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río (Sevilla), esta vez como denunciantes contra la actuación del citado vecino, defendiendo que éste se interpuso en una operación antidroga que estaban realizando cuando se produjeron los hechos.

Según informaron fuentes del caso a Europa Press, la denuncia de los guardias civiles la instruye el mismo juzgado que el encargado de hacer lo propio con la denuncia del vecino de Brenes contra la actuación de los guardias civiles y, al menos de momento, ambos casos se siguen por separado.

Las citadas fuentes precisaron que en las últimas horas han prestado declaración tres de los cuatro guardias civiles presentes en la intervención, defendidos por un equipo jurídico del Cuerpo. Los hechos se produjeron en el mesón Lola de Brenes el pasado 3 de noviembre, en el que efectivos de la Guardia Civil redujeron supuestamente al citado vecino --F.R.M., de 53 años, defendido por el abogado penalista Luis Romero-- que se interpuso en la detención de un narcotraficante.

En su última declaración --ahora como denunciantes, después de lo ya lo hicieran por la denuncia presentada contra ellos--, todos coincidieron en resaltar que el ciudadano se interpuso en su actuación cuando iban a detener a otra persona dentro de la operación antidroga citada. Uno de los agentes, que entró en cuarto lugar al bar, testificó que se encontró a uno de los compañeros que le dijo que el --en este caso-- denunciado le había agredido y había que detenerlo y que le pidió la documentación y no se la daba, así como que estaba alterado.

Otro aseveró que le agarró por el uniforme y le propinó una patada en los testículos, por lo que se quedó indispuesto, y el tercero que declaró dijo que recibió un manotazo y que posiblemente también le dio con una silla. Además, aseguraron que el denunciado decía que el individuo al que iban a detener era su amigo "y que lo dejaran". Sin embargo, fuentes del caso indicaron que los testigos han declarado hasta ahora que el vecino de Brenes se metió a separar a los agentes de quien iba a ser detenido. Desde el inicio del caso, fuentes de la Guardia Civil aseguraron que el denunciante se vio envuelto en una operación contra el narcotráfico con la que no tenía relación y que intervino en defensa de uno de los sospechosos a los que los agentes iban a detener.

Se añadió que fue el denunciante el que se interpuso entre los guardias y el presunto narcotraficante y que no cesó en su actitud ni cuando aparecieron los agentes uniformados en el establecimiento. Se dijo que era muy agresivo, puntualizando que comenzó a agredir a los agentes, llegando incluso a tirar a uno de ellos una silla. "Hubo que reducirlo", se dijo, insistiendo en que la actitud fue muy violenta y se desmintió que se empleara algún arma no reglamentaria.