GUILLENA (SEVILLA), 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Vecinos de la Asociación El Ronquillo-Lagos del Serrano Fase II, que agrupa a los residentes de esta urbanización de Guillena (Sevilla), vuelven a acudir a partir de las 10.00 horas de hoy al Ayuntamiento de la localidad para exigir al alcalde, Justo Padilla (PSOE), el permiso para instalar el suministro eléctrico en las zonas que permanecen sin él.
Una de las portavoces del colectivo, Dolores Tomé, explicó a Europa Press que a pesar de la sentencia del juzgado Contencioso-Administrativo número 3 del pasado 30 de octubre, en la que se ampara a los vecinos y se les reconoce su derecho a conectar sus viviendas al suministro eléctrico --anulando así un decreto de la alcaldía de 2005 en el que se les negaba a una parte de los vecinos que tuvieran electricidad en sus viviendas--, el alcalde "juega con nosotros y no nos da permiso para la obra".
Tomé, en este sentido, recordó que los residentes ya llevan seis meses en esta situación y que, si no hay solución, se retomará la idea de la movilización con carácter semanal, por una situación que deviene de la catalogación de suelo no urbanizable que otorga a sus suelos el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de 2002.
El caso surgió cuando, en 2005, el Consistorio comunicó a los residentes, que se encontraban instalando las infraestructuras para el suministro, que "no se podían hacer obras" por el cambio de suelo urbano a altamente protegido que sufrieron los terrenos.
Los vecinos han celebrado encuentros con la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía al objeto de reclamar que interceda ante el Ayuntamiento en sus pretensiones de expropiar las viviendas a cuenta de la catalogación, pese a que han sido aproximadamente 300 los inmuebles construidos hasta 2001.
La urbanización Lagos del Serrano se encuentra en el término municipal de Guillena y ocupa una superficie de 176 hectáreas dividida en 976 parcelas en las que hay construidas 300 viviendas. Estos terrenos tuvieron la calificación de suelo urbanizable desde 1967 hasta 2001, pero, según la asociación vecinal, "en el PGOU de 2002 Justo Padilla cambió su calificación por la de suelo no urbanizable de Especial Protección, y ello a pesar de que las 300 viviendas que se construyeron en esos años pagaron todos los impuestos municipales".
