Sindicatos deciden la próxima semana si acometer alguna acción tras archivarse la causa por quema de ataúdes

Actualizado: viernes, 4 septiembre 2009 17:26

Las centrales sindicales, satisfechas con el hecho de que dejaran de quemarse féretros, recuerdan que la vía administrativa sigue abierta

SEVILLA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los sindicatos con representación de Prevención de Riesgos Laborales en el Ayuntamiento de Sevilla --CCOO, UGT, SPB y Sppme-- tratarán la próxima semana una posible decisión sobre si les corresponde ejercer algún tipo de acción tras conocerse el archivo de la causa por parte de la Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla a raíz de la quema de ataúdes al aire libre en terrenos del cementerio de San Fernando, todo ello tras la denuncia recibida a este respecto en noviembre de 2008.

El delegado de Prevención de UGT, José Ramos, informó a Europa Press de que, en principio, las centrales sindicales están satisfechas con el hecho de que desde que el asunto trascendiera se hayan dejado de realizar quemas de féretros. Asimismo, subrayó que "consideramos que hemos actuado hasta donde podíamos".

No obstante, Ramos emplazó cualquier decisión definitiva al respecto a la reunión que deben mantener los sindicatos, toda vez que, además, aunque este caso no se puede sancionar penalmente al no haber indicios para ello, podrá seguir su procedimiento por la vía administrativa.

"Ha quedado patente que la vía administrativa ha podido quedar vulnerada, según la legislación de Medio Ambiente", indicó a su vez a Europa Press el delegado de Prevención del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme), Carlos Guerra, que remarcó que su sindicato está "moderadamente satisfecho" por el devenir tomado por los acontecimientos.

La Fiscalía ya explicó que la causa se ha archivado al comprobar que no existen indicios de peligro grave ni para los recursos naturales --el medio ambiente-- ni para la salud de las personas.

En este sentido, fuentes del Ministerio Público precisaron a Europa Press que ninguno de los informes solicitados --entre ellos a la propia Junta de Andalucía y a la Guardia Civil-- indica que la quema de ataúdes en el camposanto sevillano pudiera suponer un peligro grave para el medio ambiente o la salud de las personas, por lo que se ha estimado el archivo del caso.

UN CASO POLÉMICO

El caso creó polémica al aseverar los sindicatos que esta práctica venía llevándose a efecto desde el año 2005, según informes de este año en los que se pedía a la Delegación municipal de Salud y Consumo que "se resuelva el problema", así como otros posteriores, de mayo de 2007, en los que UGT y CCOO hicieron fotografías de quemas "incontroladas y que se producen desde hace años".

El Ayuntamiento, por su parte, incluyó entre las mejoras a realizar en el camposanto la instalación de un nuevo horno crematorio para la incineración de ataúdes y restos, que se habilitará para finales del año 2009, enmarcándose dentro del plan de actuaciones con financiación a cargo del Fondo Estatal de Inversión Local.

Salud y Consumo inició a finales de 2008 el expediente administrativo para la contratación de una empresa que se encargara de la compactación de los restos de ataúdes y flores, como solución "inmediata" a la situación creada en el cementerio después de que una avería en el horno crematorio propiciara que se quemaran ataúdes al aire libre, lo que motivó posteriormente la paralización de las exhumaciones.

PRÁCTICA HABITUAL

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, dio la orden de arreglar el horno dedicado a la quema de residuos procedentes de exhumaciones, así como de que no se sacaran restos hasta que el horno no estuviera en funcionamiento y, una vez lo hiciera a pleno rendimiento, no sacar más ataúdes de los que esta infraestructura sea capaz de incinerar, es decir, no rebasar su capacidad máxima.

Respecto a la práctica de quemar restos de exhumaciones, el informe encargado por el alcalde aseguraba que, una vez consultado el personal con más antigüedad en la plantilla, se señalaba que ésta ha sido una práctica habitual en el cementerio desde su existencia.