SEVILLA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
La tasa de supervivencia del cáncer de recto descrita por la literatura científica para el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla se sitúa en la actualidad entre el 70 y el 80 por ciento de los casos tratados, siempre y cuando se siga todo el protocolo de actuación para estos casos.
Según concretaron a Europa Press oncólogos del citado centro hospitalario, dicho protocolo incluye la realización de la prueba ecoendoanal, el uso de radioterapia y quimioterapia y, si todo marcha correctamente, el uso de la cirugía al cabo de las ocho semanas de estos tratamientos.
Además, subrayaron que el correcto estadiaje de este cáncer y su protocolo permite que la tasa de recidiva (recaídas) se reduzca entre un 40 y 80 por ciento en aquellos casos en los que el tumor previamente había remitido, además de que el esfínter de estos pacientes se conserve en un porcentaje similar.
En cuanto al caso de la prueba ecoendoanal, de más reciente implantación en los centros hospitalarios, ya que su incorporación data de escasos años --con anterioridad se empleaba el TAC--, el digestólogo del Macarena Federico Argüelles explicó que dicha prueba consiste en introducir una sonda por el ano.
En una entrevista con Europa Press, Argüelles destacó que esta prueba, que permite realizar una ecografía del ano y del recto, es "barata y poco invasiva", además de que "no sólo se utiliza para el estadiaje del cáncer de recto, sino también para el estudio de las fístulas perianales y la incontinencia anal".
De hecho, este especialista resaltó que en un reciente artículo que han publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas, "la más importante de la especialidad en lengua castellana", la ecoendoanal se ha revelado como una prueba "muy útil en pacientes con alguna lesión en el canal anal", una patología, advirtió, "que provoca un descenso muy importante en la calidad de vida".
Así, y para mejorar en el tratamiento del dolor que causa la lesión anal, destacó que la nueva herramienta "permite diagnosticar si existe algún proceso inflamatorio o bien algún engrosamiento del esfínter anal, que se ha visto también puede ser la causa de este dolor", explicó.
"El dolor anal es una patología muy prevalente que nos encontramos en la consulta y que provoca un consumo muy alto de pruebas sanitarias, puesto que en un principio cuando nos llegan este tipo de pacientes tenemos que descartar si se trata de un tumor propiamente dicho o bien si se trata de un acceso o infección pélvica, lo que supone que tiene que pasar por el urólogo y el ginecólogo", relató Argüelles, quien de esta forma también destacó el papel de esta prueba "para descartar que exista una patología orgánica asociada".
En cualquier caso, subrayó que el papel más importante de esta técnica "quizás se centre en el estudio del cáncer de recto", prueba de lo cual "forma parte del protocolo de diagnóstico de esta patología", prosiguió.
En este sentido, resaltó que la eficacia diagnóstica de este tipo de ecografía endoanal "ronda el 90 por ciento, lo que significa que es una prueba de imagen muy buena y que nos permite afinar mucho en el diagnóstico", enfatizó.
Con todo, aclaró que esta eficacia "no se ha conseguido sólo haciendo la ecografía endoanal y estratificando bien el tumor, sino dando también radioterapia preoperatoria".
Sea como fuere, recalcó que la sonda ecoendoanal "mide muy bien la infiltración que tiene el tumor en las paredes del recto", una herramienta que, "unida a la resonancia, que quizás mide mejor la afectación que tiene fuera de las paredes, nos permite avanzar en los tratamientos de estos cánceres", concluyó.
