SEVILLA, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un total de 113.414 explotaciones agrarias andaluzas desaparecieron en el período 1999-2005, lo que supone un descenso en torno al 30 por ciento y "bastante más acusado" que el registrado en el conjunto de España (-16,9 por ciento), y muy por encima del descenso de la Superficie Agrícola Útil (SAU).
Según la Encuesta sobre la Estructura de la Explotaciones Agrícolas del Instituto Nacional de Estadística, recogida en el Informe Anual del Sector Agrario en Andalucía 2007 de Analistas Económicos de Andalucía, la aportación de Andalucía a la SAU supone el 18,1 por ciento de la SAU española, y el 2,6 por ciento de la europea, con una extensión superior a la de países como Hungría, Irlanda, Grecia, Portugal u Holanda.
La SAU en Andalucía, según dicho informe, era de 4.502.645 hectáreas en 2005, observándose una reducción significativa de ésta, en torno al diez por ciento, respecto a los datos del Censo Agrario de 1999. Este descenso se corresponde, según señala, en principio con cambios en los usos o aprovechamientos de la tierra, reduciéndose sustancialmente la extensión dedicada a tierras labradas, que representan algo más del 70 por ciento de la SAU.
El citado descenso en las tierras labradas se ha debido principalmente a la reducción en la superficie de dos grandes grupos de cultivos, herbáceos y barbechos y olivar (-14,5 por ciento y -3,4 por ciento, respectivamente), concentrando éste último casi un 40 por ciento de la superficie de tierras de cultivo en Andalucía.
Igualmente pronunciada ha sido la reducción de la superficie destinada a pastos permanentes, debido al menor aprovechamiento para pastizales, erial y matorral, utilizado para el pastoreo de ganado. Sin embargo, aquellas tierras de pastos en principio más productivas, los prados y praderas permanentes han aumentado de forma significativa, casi un diez por ciento.
Por último, destaca que resulta evidente la menor superficie media de la explotación agraria andaluza respecto de la española. Así, en Andalucía el 60 por ciento de las explotaciones tienen menos de cinco hectáreas, mientras que en España esta participación es del 52,7 por ciento.
