SEVILLA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, ha considerado que el Gobierno andaluz no debería "conformarse" con pedir al Ejecutivo central un plazo de cinco años para la devolución de la liquidación de la financiación autonómica en 2012, --por un montante de 80 millones--, sino que debería ampliar la petición a diez años.
A preguntas de los periodistas, tras firmar un convenio con la Universidad Pablo de Olavide (UPO) para concretar el programa de cooperación internacional para el desarrollo 2014-2015, Valderas se ha pronunciado así después de que la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, haya pedido que se prorratee la devolución de la liquidación en cinco años.
El dirigente de izquierdas, que ha considerado que para el Gobierno de la Nación "no sería muy dificultoso" alargar a diez años el plazo de devolución de estos recursos, ha recordado al Ejecutivo central que las comunidades autónomas necesitan "el mayor nivel de desahogo y de oxigeno económico".
Tras afirmar que el Gobierno no puede tratar mejor a los bancos que a las comunidades autónomas, Valderas ha asegurado que el Ejecutivo andaluz está trabajando en la elaboración de los Presupuestos para 2015, pero que la clave de los mismos vendrá determinada por el techo de gasto y los ingresos del Gobierno, algo que espera conocer "antes del 31 de este mes".
"A partir de ahí es cuando nos meteremos en harina", ha afirmado el vicepresidente de la Junta, quien se ha mostrado convencido de que el Gobierno andaluz sacará "los mejores presupuestos en el mayor nivel de dificultad", tal y como ocurrió en el anterior ejercicio y con la premisa de que la prioridad será la educación, la sanidad y los servicios sociales.
En su opinión, "si tenemos en cuenta esos tres elementos, yo creo que podremos encontrar, a pesar de las dificultades, un camino para hacer posibles los presupuestos para 2015 en una situación muy difícil". Y es que, según ha apuntado, "cada vez que Montoro abre la boca es para plantear menos ingresos, más recortes, menos déficit y mayor cicatería financiera con Andalucía".
