Actualizado 24/06/2014 13:15

El 3% de la edificación residencial en Sevilla tiene calificación energética 'A' y 'B'

SEVILLA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El tres por ciento de la edificación residencial en Sevilla tiene calificación energética 'A' y 'B', de forma que en Sevilla y provincia se han tramitado hasta la fecha unos 16.500 registros de certificación energética en edificios.

   En una nota, en total, 141 espacios residenciales en Sevilla tienen alta calificación energética, según se pone de manifiesto en unas jornadas del Colegio de Aparejadores de Sevilla, donde se apunta que a día de hoy "existe un gran margen de mejora, pues cerca del 80 por ciento del parque residencial es considerablemente mejorable desde el punto de vista energético".

   Para tomar el pulso a la situación actual de la Certificación Energética y hacer balance del año transcurrido desde la puesta en marcha del Registro de estas actuaciones, el Colegio de Aparejadores de Sevilla ha organizado, en colaboración con la Consejería de Innovación y la Agencia Andaluza de la Energía, una jornada donde se ha realizado un interesante análisis del estado de esta cuestión, el papel de los profesionales, así como los programas de impulso al sector de la Junta de Andalucía.        

   En cuanto al balance de registros, desde el 1 de junio de 2013, fecha de la entrada en vigor de la nueva ley de certificación energética, en Sevilla se han tramitado unos 16.500 certificados, de los cuales los que tienen una calificación energética de 'A', 'A Excelente' o 'B' es de un 16 por ciento, por lo que resto del parque residencial de Sevilla "sería considerablemente mejorable desde el punto de vista energético".

   Durante su intervención, el secretario general de Innovación, Industria y Energía de la Junta de Andalucía, Vicente Fernández, ha señalado la necesidad de englobar esta iniciativa en un contexto, en una amplia gama de medidas que desde hace años se vienen adoptando para favorecer una paulatina reducción en las emisiones, así como un mayor ahorro de energía, en este caso, en el ámbito doméstico.

   De igual forma, Fernández ha manifestado la importancia de que la certificación energética "deje de percibirse como un trámite y sea interpretada como una oportunidad: para el ahorro energético, sin duda, pero también para el ahorro económico".

   Ha recordado que todo certificado conlleva una batería de recomendaciones "para que cada ciudadano consiga en su ámbito doméstico y/o laboral un uso más eficiente de la energía, con menores emisiones y un ahorro mayor", indica el secretario general de Innovación.

   Por su parte, el presidente de los aparejadores de Sevilla, David Marín, ha recalcado el compromiso del Colegio respecto al medio ambiente y la construcción sostenible, señalando la sintonía y estrecha colaboración existente entre ambas instituciones en pro del buen desarrollo de dicha ley.

   De esta forma, ambos han coincidido en afirmar la necesidad de que todas las partes implicadas en la evolución y afianzamiento del certificado, tanto Administración, como  colectivos y colegios profesionales, "deben hacer un esfuerzo de concienciación social, transformando las obligaciones derivadas de una norma en fuente de oportunidades; tanto de ahorro para el ciudadano que en lugar de gastar invierte, como de negocio para el profesional que sepa desmontar, con su buena labor, esa conciencia de trámite".