MÁLAGA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, y el presidente de la Federación de Comercio de Málaga, Enrique Gil, abogaron hoy por analizar el impacto económico de los cruceristas que llegan a la capital los domingos y festivos para decidir si abren o no los comercios estos días.
Alonso manifestó que en primer lugar se debe estudiar el retorno de esa presencia y analizar en qué medida los cruceristas "dejan una cantidad importante". A su juicio, cada vez hay que tener más en cuenta "que no es tan importante el número de turistas sino la capacidad de gasto que tengan".
Reconoció que la presencia de los cruceros en Andalucía, y más concretamente en Málaga, es "importante" y dijo que se le debe "sacar mucho partido". Sin embargo, rechazó tomar una decisión sobre la apertura de comercios en domingos y festivos sin contar con un acuerdo previo con los comerciantes.
Por su parte, el responsable de Fecoma manifestó a los periodistas que el comerciante "es un empresario que lo que intenta es conseguir beneficios". "Si estos se reproducen a través de los cruceros estaremos encantados de abrir los domingos, festivos y de madrugada", aseveró.
"Los comerciantes necesitan recursos y facturación y lógicamente son inteligentes y lo que pretenden es hacer caja", declaró Gil, al tiempo que agregó que debe hacerse una valoración sobre el poder adquisitivo de los cruceristas y también estudiar el convenio colectivo del sector, puesto que "marca los horarios laborales y habría que tenerlo en cuenta también".
En general, según el segmento de cruceros, un pasajero en escala de tránsito, es decir, que baja unas horas del barco y luego vuelve; gasta entre 60 y 70 euros de media. Sin embargo, esa cantidad aumenta considerablemente si es un pasajero base, es decir, que embarca y desembarca en Málaga. En este caso, el gasto puede duplicarse e incluso triplicarse, ya que pernocta, come, cena, compra, etcétera.
Desde el puerto, la gerente de Cruceros Málaga, Susana Gutiérrez, ha manifestado en varias ocasiones que la ciudad no puede ser un "páramo" cuando llegan buques, y apuntó como espejo en el que mirarse Barcelona, donde "están abiertos 24 horas al día todos los días de la semana y están muy concienciados".
