Manjares de la Tierra congela las trufas en un minuto para conservar la mayor parte de sus propiedades

SARRIÓN (TERUEL), 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

La empresa aragonesa Manjares de la Tierra, con sede en Sarrión (Teruel), se ha convertido en una de las pocas de España que desarrolla la congelación rápida de la trufa para su consumo fuera de temporada.

Según informó una de las socias de la empresa, María Jesús Agustín, en declaraciones a Europa Press, el proceso de congelación dura alrededor de un minuto y permite que el hongo conserve la mayor parte de sus propiedades, aroma y sabor, teniendo en cuenta que el 70 por ciento de la trufa es agua.

Para que ésta sea de calidad, en la empresa se inicia la congelación en los meses de enero y febrero, a mitad de temporada, y, una vez congelada entera y en trozos, la distribuyen por transporte urgente a toda España y a países de la Unión Europea como Francia, Alemania e Italia a lo largo de todo el año.

Agustín reconoció que si bien los clientes prefieren comprar la trufa fresca, la variante congelada permite consumirla fuera de temporada o adquirirla en trozos para salsas o acompañamientos.

Actualmente en Sarrión y alrededores hay unas 3.000 hectáreas plantadas de carrasca trufera, pero no existía ninguna comercializadora. En Manjares de la Tierra venden la variante más prestigiosa, la Tuber Melanosporum (trufa negra de Teruel), cuya procedencia justifican con análisis sanitarios.

Las trufas son el fruto de un hongo subterráneo que se desarrolla en asociación con las raíces de ciertos árboles o arbustos a los que se denominan especies trufera, por ejemplo el roble, la coscoja, el avellano o la encina.

Antiguamente se cogían las trufas con cerdos, aunque ese uso se ha abandonado por comodidad, ya que es difícil transportar y domesticar a este animal. Con los perros, estos problemas desaparecen, una vez adiestrados para esta tarea. No es necesario que pertenezcan a ninguna raza especial, lo esencial es saber adiestrar al animal desde pequeño y saber sacar todo el partido de su instinto.

La trufa negra de Teruel es de forma más o menos redondeada dependiendo de la estructura del suelo donde se cría, su corteza es de forma piramidal y su color varía de marrón a negro según el grado de maduración, mientras que en el interior es negra con finas ramificaciones blanquecinas.

Según aseguró María Jesús Agustín, "esta es la trufa más valorada y apreciada en la cocina, de aroma delicado y penetrante, que una vez se prueba es difícil de olvidar porque su valor y rendimiento son inigualables".

Además de la trufa fresca y congelada, en Manjares de la Tierra también comercializan otros productos innovadores como la trufa en conserva, aceite de oliva virgen extra con trufa, queso con trufa negra, o reducción de vinagre balsámico, entre otros.