Innova.- Grupo Ferroatlántica, con fábrica en Monzón, recibe el premio 'Academiae Dilecta' por su política de I+D

Actualizado: lunes, 10 noviembre 2008 10:05

ZARAGOZA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Real Academia de Ingeniería de España ha decidido otorgar el premio anual 'Academiae Dilecta' al grupo Ferroatlántica como reconocimiento a una política empresarial basada prioritariamente en el esfuerzo tecnológico, lo que, entre otros logros, ha llevado a esta empresa, filial al 100 por cien del Grupo Villar Mir, a ser líder internacional en su sector y a desarrollar un método, que es una novedad mundial, para producir silicio de calidad solar fotovoltaica de gran rendimiento y con costes más bajos. Ferroatlántica tiene una fábrica en Mozón y explota cinco centrales en los ríos Cinca y Esera.

El premio "Academiae Dilecta" fue instituido por la Real Academia de Ingeniería en el año 2002 para, con carácter anual, galardonar la excelencia de las empresas industriales que hayan producido y comercializado por primera vez en el mundo algún producto originado en investigaciones y desarrollos científicos y tecnológicos llevados a cabo en España. De igual manera, el premio reconoce también el valor de la empresa que, de modo continuado, ha basado su estrategia en el uso de tecnologías novedosas, puestas a punto en el propio seno de la propia empresa o en otros centros científico tecnológicos españoles.

De la importancia que la máxima institución académica española en materia técnica y tecnológica otorga a este premio da buena idea el hecho de que sea votado en el plenario de la misma. Lo que ha sucedido en esta ocasión en Sevilla, donde se reunió la Real Academia de Ingeniería, cuya sede permanente está en Madrid. Liderazgo en inversión en I+D+i

La Investigación, Desarrollo e Innovación es la base de la competitividad que ha elevado al Grupo Ferroatlántica al liderazgo mundial del mercado del silicio metal. La media anual que este grupo dedica a la actividad de I+D+i equivale al 10,6 por ciento de sus beneficios, una inversión que se sitúa en el 6,55 por ciento de su valor añadido, muy por encima del objetivo del dos por ciento de inversión en I+D+i sobre el PIB fijado por la Unión Europea y en valores también superiores a los de las economías más desarrolladas, como EE.UU y Japón, cuyos objetivos en I+D oscilan entre el 3 por ciento y el 4 por ciento del PIB.

Este esfuerzo en I+D+i está dirigido básicamente a mejoras de proceso y al desarrollo de nuevos productos, y se canaliza a través de su filial Ferroatlántica I+D, que cuenta con dos centros muy cualificados: uno, en Sabón (A Coruña) y el otro, en Chambery (Francia).

Al día de hoy, el Grupo Ferroatlántica cuenta con 4 patentes mundiales, por las que ha ingresado unos 9 millones de euros en concepto de royalties. Son las siguientes: Electrodo ELSA, Manganeso Electrolítico, Nitruro de Silicio y Equipos Multifrecuencia. También colabora tradicionalmente con universidades, con las que actualmente mantiene nueve convenios, y gestiona cuatro proyectos CDTI.

De las cuatro patentes citadas, la joya principal es el Electrodo ELSA (Electrodo Sabón) por su eficacia técnica y por el valor de referencia histórica que tiene para la compañía, al haber dado lugar su desarrollo a la constitución de Ferroatlántica I+D, la filial tecnológica del Grupo. Su principal aportación es la de haber desarrollado un electrodo que evita la contaminación del hierro en la producción del silicio metal y que consigue importantes ahorros de energía en su proceso.

Esta tecnología, totalmente concebida y desarrollada internamente en la factoría de Sabón en Galicia, ha sido vendida a los principales productores de silicio metal del mundo, situados en Noruega, Canadá, Sudáfrica y Francia, y se utiliza en la fabricación del 30 por ciento de todo el silicio metal que se produce hoy en el mundo occidental.

Otras dos importantes aplicaciones reúnen la coincidencia de ser el resultado de transformar un residuo medioambiental fabril en un producto de notable valor añadido. Se trata, en un caso, del Manganeso Electrolítico, que transforma los lodos de manganeso, depositados en los filtros de los hornos, en manganeso de calidad electrolítica; y, en el otro, de la microsílice que, de simple sustitutivo del cemento o vertido de escombreras, ha sido transformado en un aditivo de alta eficacia para la producción de hormigones de alta resistencia y de cementos refractarios. El Manganeso Electrolítico se desarrolla en una planta piloto construida en la fábrica que Ferroatlántica tiene en la localidad cántabra de Boo de Guarnizo.

En el caso de la microsílice, su más llamativo éxito probablemente haya sido su empleo en la construcción de Torre Espacio, uno de los rascacielos más elevados de España. La estructura de esta torre, perteneciente asimismo al Grupo Villar Mir, ha sido edificada con hormigón de alta resistencia, superior a los 800 kilos por centímetro cuadrado, fortaleza alcanzada gracias a la notable contribución de la microsílice