ZARAGOZA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

Más de 10.000 ciudadanos españoles han puesto su ordenador a disposición de la red de computación ciudadana Ibercivis, iniciada el 20 de junio de este año por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en el que participa, entre otros centros autonómicos, el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de Aragón.

Según explicó a Europa Press el investigador del BIFI, Fernando Tarancón, este programa experimental en España consiste en que los ciudadanos pongan sus 'ordenadores ociosos' al servicio de los centros de computación por medio de la red, bajándose un programa que garantiza la seguridad de los datos y que permite la comunicación con los computadores de los centros participantes, además de realizar la tarea encomendada.

Desde los centros de computación, como el BIFI, se distribuye el trabajo de cálculos que se han de realizar entre todos los ordenadores conectados, mandando tareas de cálculo con cierta periodicidad a cada uno de ellos, y procesando la información generada por los ordenadores personales en los centros de computación.

"La Ciencia es de todos y ahora tú puedes ser parte activa en su avance", señala la página web de Ibercivis.

TRES APLICACIONES

Mediante este programa pionero se están desarrollando tres proyectos de tres áreas distintas de la investigación. La primera aplicación versa sobre la fusión de plasma por confinamiento magnético, que podría ser una fuente de energía que resolviera en el futuro algunos de los problemas que presenta el modelo energético actual.

La segunda aplicación posible se incluye en el ámbito de la medicina y trata sobre el desarrollo de fármacos para el tratamiento de distintos tipos de cánceres.

La tercera, lejos de la medicina y de las energías renovables, busca el desarrollo de materiales magnéticos para aplicaciones industriales, en el ámbito de la ciencia básica.

Tarancón explicó que los tres proyectos no están seleccionados al azar, sino que su propia elección "demuestran la gran variedad de aplicaciones que tiene la biocomputación", en la que mediante Ibercivis pueden participar los ciudadanos.

El que cede su ordenador para aumentar la potencia de los centros de investigación puede elegir para qué proyecto quiere que se destine el trabajo llevado a cabo por su computador.

Al ser pionero, este proyecto tiene un plazo de un año en el que se valorará tanto la participación ciudadana, que en dos meses ha superado los 10.000 ciudadanos, como los resultados de la investigación y del método de trabajo.