Los alumnos del Colegio "Miralsot" de la ciudad de Fraga disfrutan de la última tecnología educativa

Actualizado: jueves, 19 abril 2007 22:42

FRAGA (HUESCA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Eva Almunia, ha visitado hoy el Colegio "Miralsot" de Fraga, que se ha puesto en marcha este curso 2006-07. El centro, en el que estudian 20 alumnos de Infantil y Primaria, participa en el Programa 'Pizarra Digital', por el que los alumnos de 5º y 6º de Primaria disponen de Tablet PC.

Las obras de construcción de este centro, que tiene dos aulas de Primaria, una de Infantil, otra polivalente, además de varios espacios de usos administrativos y comunes, contaron con un presupuesto de 440.441 euros.

Igualmente, la titular de Educación, acompañada por el alcalde de Fraga, Vicente Juan, se ha desplazado hasta el Colegio "San José de Calasanz", en el que se ha realizado una gran ampliación que ha entrado en funcionamiento en este curso y que consta de 6 aulas de educación infantil, gimnasio y varias salas de uso polivalente y común, que ha contado con un presupuesto de 1.185.760 euros. En este centro, que sigue un programa de bilingüismo en inglés desde el pasado curso, ofrece a los alumnos también clases de catalán.

Asimismo, la consejera y el alcalde han firmado un convenio de colaboración para la puesta en marcha de la escuela infantil dentro de la Red de escuelas infantiles del Gobierno de Aragón, que contará con seis unidades, lo que permite seguir avanzando en la adecuación de la oferta de plazas escolares a la realidad de cada territorio de de manera equilibrada.

VILLAFORTUNATUS

Por último, Eva Almunia y Vicente Juan han podido ver las obras para el cubrimiento parcial del yacimiento arqueológico de Villafortunatus, que cuentan con un presupuesto total de 969.898,83 euros.

Este yacimiento está declarado Bien de Interés Cultural por Decreto de 27 de julio de 2004 y es uno de los más importantes de la Comunidad Autónoma tanto por las estructuras conservadas como por los materiales recuperados, entre los que destacan sus mosaicos. Su disposición corresponde a la distribución clásica de una villa romana que fue residencia de un rico hacendado del siglo IV de nuestra era, aunque las últimas investigaciones demuestran la ocupación del lugar desde finales del siglo I d.C.