Cubero y Rivarés critican la "infradotación" de servicios del anterior gobierno local con la depuradora de La Cartuja
ZARAGOZA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Zaragoza ha aprobado este viernes el proyecto de desarrollo y ejecución del sistema de compostaje y secado biológico 'Urbabox', cuya implantación y puesta en servicio va a suponer una importante mejora en el tratamiento de los residuos orgánicos urbanos, en la reducción de las emisiones a la atmósfera y en la reutilización de los restos orgánicos para su uso viable como compost.
El consejero municipal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, acompañado por el consejero municipal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, ha explicado en rueda de prensa que esta nueva tecnología se instalará en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ) y su coste, por importe de 250.000 euros, lo asumirá la empresa Urbaser, por lo que tendrá "coste cero" para la ciudad.
Este proyecto de I+D+i es "pionero a nivel mundial", ha asegurado Cubero, al indicar que el objetivo es que en el año 2020 esta tecnología se utilice para tratar todos los residuos orgánicos de la ciudad.
El tratamiento actual de la fracción resto (contenedores verdes) y el futuro de la materia orgánica es el siguiente: en primer lugar, pasa por un proceso anaeróbico de biodigestión, por el que se extrae gas metano de los residuos en unos túneles de maduración.
A continuación, los residuos son tratados con una fermentación aeróbica. En este caso, otro tipo de bacterias son las encargadas de fermentar durante nueve días el "digesto", material resultante de la fase anterior, mezclado con astillas de madera procedentes de la poda.
UNA NUEVA NAVE
Este proceso se realiza en naves aireadas de 20 por 5 metros. Actualmente hay siete naves en funcionamiento. El expediente que se aprueba este viernes se centra en la creación de una nueva nave que funciona con una tecnología puntera y novedosa. En caso de funcionar, esta instalación permanecerá para dar servicio a Zaragoza a coste cero.
En la tercera fase, 'Tarvas', el material procedente de la fase anterior se coloca en unas hileras o caballones donde se voltea con una máquina para que se complete el secado de la materia compostada. Posteriormente, pasa por una fase de 'Afino' en la que se retiran las piedras, vidrios o plásticos que pudieran quedar sin descomponer en la materia compostada.
El coste de las obras para implantar este nuevo sistema asciende a 274.490,17 euros y cuentan con un plazo de ejecución de tres meses. Este importe será a cargo exclusivo de las empresas Urbaser y UTE Ebro, concesionarias del CTRUZ, y no generará coste alguno para el Ayuntamiento de Zaragoza. La nueva construcción ocupará una superficie de 232,2 metros cuadrados.
SENTENCIA UTEDEZA
Por otra parte, el Gobierno también ha quedado enterado de la sentencia firme que estima parcialmente el recurso contencioso-administrativo interpuesto por UTEDEZA a raíz de una penalización interpuesta a esta contrata, responsable de la depuradora de La Cartuja, por deficiencias advertidas en los índices de depuración durante el año 2015. La aplicación de la penalización estaba recogida en el pliego de condiciones.
La empresa alegó que esos incumplimientos de la calidad del vertido se debían al mal estado de la decantación secundaria. Esta decisión viene de 2011, cuando Ayuntamiento y Veolia pactaron en qué se iban a invertir las mejoras.
El juez indica corresponsabilidad en la decisión, puesto que Veolia no ejerció bien su función técnica para indicar que tenía que reparar esa decantación secundaria y el Gobierno de la anterior legislatura decidió invertir en otras medidas medioambientales.
De este modo, de los 278.810,31 euros que establecía la penalidad interpuesta por el Ayuntamiento a Veolia, finalmente sólo deberá pagar 139.405,16 euros, la mitad; mientras que la otra mitad deberá correr a cargo del consistorio zaragozano.
Al respecto, Alberto Cubero ha detallado que, en 2015, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) penalizó con 60.000 euros al consistorio por verter agua al río Ebro procedente de la depuradora de La Cartuja y "por debajo de los estandares de calidad". El consistorio, a su vez, sancionó a la empresa con 278.000 euros por este vertido, pero la compañía recurrió la sanción y ahora se ha conocido la decisión judicial.
Tanto Cubero como Rivarés han criticado que esta situación se debe, en parte, a la "infradotación de servicios" que practicaba el anterior gobierno municipal, aseverando que se contabilizaron hasta 60 millones de infradotación en servicios como la limpieza, los parques y jardines o el agua.
