TERUEL, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Teruel celebra hoy a sus copatrones, los Santos Mártires Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato. Con tal motivo, a las 18.30 horas tendrá lugar la tradicional procesión de "los cagones", en la que los protagonistas son los niños bautizados durante este último año.
La procesión terminará con la celebración de la eucaristía que será presidida por el Obispo de la diócesis de Teruel y Albarracín, don José Manuel Lorca. Además, al finalizar se impondrá la medalla de los mártires y se bendecirá a los niños. También está previsto un ágape para todos los asistentes.
Francisco Pérez, párroco de San Francisco, explicó hoy a Europa Press que la procesión recibe el nombre de 'cagones' porque "en los veranos, con una especie de diarrea morían muchos niños. Ante una epidemia fuerte, la ciudad recurrió a estos mártires y no murió nadie en dos o tres ocasiones".
Se pondrá así punto final a una semana cargada de celebraciones religiosas centrada este año en la Eucaristía que, este año ha tenido un carácter muy especial puesto que se cumple el 30 aniversario de la creación de la Parroquia de San Francisco, "la Iglesia existía desde hace muchos años, pero tenemos muy poco recorrido como parroquia", dijo Pérez.
Así desde el pasado día 22 en la iglesia de los franciscanos ha tenido lugar media hora de Adoración al Santísimo Sacramento y la celebración de la Eucaristía, e incluso se ha celebrado un mercadillo solidario.
Además, este año los Santos inaugurarán una nueva carroza, donde se les portará durante la procesión. Se trata de una carroza "sencilla", explicó el párroco, que ha realizado un artesano de Alcorisa (Teruel). La procesión saldrá de la parroquia, y se acercará hasta la ermita en la que, la tradición, recuerda que se asentaron los santos a su llegada a Teruel.
Después de ir al convento de las Clarisas, la procesión irá al Ayuntamiento donde se unirá la corporación municipal y tras su paso por el Obispado de Teruel, se celebrará la Eucaristía.
Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato fueron discípulos de San Francisco de Asís, y se establecieron en Teruel en la ermita de San Bartolomé en 1220 con el objetivo de asistir a los enfermos y pobres del municipio. Posteriormente se marcharon a predicar el Evangelio a tierras de Valencia, donde fueron decapitados por el rey moro Seit- Abu- Zeit. Sus restos fueron trasladados a Teruel en 1232 y fueron recibidos por el rey Jaime I.
Unos mártires a los que los vecinos de Teruel tienen mucha devoción. De hecho, Pérez ha destacado que "todavía son muchas las personas que siguen viniendo aquí, incluso de fuera, a por agua al pozo de los Mártires. La gente lo hace con una actitud de fe grande, que es la que hace el milagro".
