Conde-Pumpido aboga por construir "ladrillo a ladrillo" una justicia europea que se ajuste a la nueva realidad global

Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 13:13

ZARAGOZA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, remarcó hoy la necesidad de construir "ladrillo a ladrillo" una justicia europea y "un órgano capaz de actuar en el conjunto" de la Unión y "que vele porque la ley europea se aplique siempre y a todos" ante una nueva realidad global.

Conde-Pumpido impartió hoy la conferencia 'El futuro de Europa: Perspectivas de desarrollo del espacio judicial europeo', en el marco de las jornadas 'Justicia y ciudadanía europea en el Tratado de Lisboa', que se celebran en Ibercaja Patio de la Infanta en la capital aragonesa.

En su intervención en las jornadas, el fiscal general del Estado advirtió de que una Fiscalía Europea "no se puede concebir sin fiscales europeos", así como destacó que el espacio judicial europeo no es ya un concepto geográfico sino "una nueva realidad jurídica en la Europa de los ciudadanos".

A su juicio, la construcción del espacio judicial europeo "sólo tiene un camino para el éxito" que pasa por "la integración progresiva de las justicias europeas" y por construirlo "de abajo hacia arriba, pero nunca al revés", aseveró.

Así se construyó en primer lugar la integración socioeconómica de los países europeos, porque "la Europa de los ciudadanos está en el origen de la Unión", y ahora "era inevitable entrar en materia de seguridad y de justicia", dado que se trata de dos de los ejes de la democracia.

De esta forma, y tras la aprobación del Tratado de Lisboa, Cándido Conde-Pumpido analizó los tres estadios que ha atravesado Europa en su construcción; con un primer paso de "cooperación" entre países y un segundo estadio que llevó "hacia la coordinación".

Ahora "se abre una herramienta innovadora de reciprocidad, de confianza mutua y colectiva" que debe llevar a la "armonización legislativa en materia penal", un ámbito en el que el Eurojust se concibe como un órgano que "mejorará la coordinación" y que supone "un paso nuevo" hacia una justicia europea.

En su opinión, la creación de estos organismos europeos responde a la realidad de la Unión y de la sociedad en general, en la que la globalización de los soportes y las comunicaciones "dio paso a la globalización de la economía y ésta arrastró a la globalización de las relaciones jurídicas que, lamentable e inevitablemente, llevó a la globalización de la delincuencia".

En este sentido, señaló que la Unión Europea "es la única gran área geográfica del mundo que no tiene un mecanismo definido sobre la política criminal, la única que no tiene una instancia única frente a la criminalidad" y en este campo "necesitamos abrir una nueva puerta", para "saltar de la coordinación a la acción efectiva directa".

"FLANCO DÉBIL"

El espacio comunitario europeo "no se puede limitar a la libre circulación", dijo Cándido Conde-Pumpido, sino que "exige un espacio común de legalidad que tenga un contenido palpable y que se concrete", porque la Unión Europea tiene su "flanco débil" ante el crimen organizado internacional.

Como ejemplo, "incluso ante el blanqueo de dinero de poca monta que se refugia en las fronteras, hay dificultades" para frenarlo, porque existe una "libre circulación para el blanqueador, pero una frontera para la justicia".

A este respecto, Conde-Pumpido insistió en la necesidad de que exista un órgano que vele por la legalidad en Europa, una fiscalía general europea, y que en el Tratado de Lisboa, "de manera insuficiente, se recoge ya en su artículo 86 la institución de un Ministerio Público, la que falta para cerrar institucionalmente la Unión".

"La criminalidad no tiene frontera, hemos eliminado las barreras y hemos hecho global la criminalidad", reiteró, para concluir que "también tenemos que hacer global la lucha contra la criminalidad" y el Tratado de Lisboa da un paso importante en este ámbito, ya que "permite poner en marcha la fiscalía europea", concluyó.

JUSTICIA Y CIUDADANÍA EN EUROPA

El Patio de la Infanta de Ibercaja acoge hoy y mañana, días 14 y 15 de diciembre, las jornadas 'Justicia y ciudadanía europea en el Tratado de Lisboa', que se han inaugurado hoy con la conferencia del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido.

En el acto de inauguración también han participado el presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Carlos Carnicer; el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Félix Azón; el consejero de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón, Rogelio Silva; y el presidente de Ibercaja, Amado Franco.

Asimismo, han asistido al acto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri, el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina, y el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, entre otros.

En declaraciones a los medios de comunicación, Carlos Carnicer destacó la "vocación aragonesa" por el derecho y a la hora de organizar seminarios sobre seguridad y justicia que, en esta ocasión, se centran en el ámbito europeo.

Para Félix Azón, la Unión Europea afronta "un nuevo periodo apasionante", un "momento histórico" que abre una nueva etapa a partir de la aprobación del Tratado de Lisboa y con la próxima presidencia española de la UE, en la que se afrontarán nuevos retos para conseguir "una Europa más libre, más segura y justa con los ciudadanos europeos como protagonistas".

También una Europa más cercana para los ciudadanos, apuntó el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina, que puso como ejemplo de la cercanía de la Unión a las cuestiones de ámbito nacional dos sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como la que ha concedido la pensión de viudedad a la mujer de etnia gitana María Luisa Muñoz, La Nena.

Por último, Rogelio Silva remarcó la importancia de estas jornadas en las que se debaten cuestiones esenciales para los ciudadanos como son el Tratado de Lisboa y el Programa de Estocolmo. Silva señaló que "somos parte de Europa y cada vez tenemos más implicación en las instituciones y en las decisiones que se adoptan en Europa, más cuando en 2010, España asume la presidencia del Consejo de Ministros de la UE".

Además, apostó por las prioridades que se marca la Comisión Europea para esta nueva etapa como son configurar una Europa de los derechos, de la Justicia, facilitando su acceso a los ciudadanos y una Europa segura.