La Dirección General de Salud Pública insiste en la necesidad de analizar las piezas de caza antes de consumirlas

Actualizado: domingo, 22 noviembre 2009 12:55

ZARAGOZA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Salud y Consumo, a través de la Dirección General de Salud Pública, insiste un año más en la necesidad de realizar análisis a las piezas de caza y a las que se obtienen de las matacías de los cerdos antes de consumirlas para evitar problemas como el contagio de triquina que puede causar la carne de jabalí.

Para realizar dichos análisis, hay que dirigirse a los veterinarios oficiales de cada zona o a los colaboradores autorizados por la Subdirección Provincial de Salud Pública correspondiente para ejercer sus actuaciones.

La carne de jabalí es la fuente de contagio más común de triquina, cuya incidencia en Aragón puede estimarse entre dos y tres animales parasitados por cada 1.000 jabalíes inspeccionados. En la campaña 2008-2009 se efectuaron los análisis triquinoscópicos a 4.183 jabalíes y se detectó triquina en once ejemplares.

La triquinosis es una enfermedad producida por un parásito (Trichinella spiralis) cuyas larvas se pueden enquistar en la carne de distintos animales, entre ellos el cerdo y el jabalí. Si la carne se consume poco hecha o elaborada como embutido, los jugos gástricos disuelven la cápsula del quiste y la triquina se desarrolla en el ser humano.

Los expertos insisten en que este parásito resiste los procesos de desecación, embutido y salazón de la carne. La importancia de esta enfermedad, cuyos síntomas iniciales incluyen vómitos, diarreas, sudoración y escalofríos, fiebre, dolores de cabeza y musculares, dependerá del grado de parasitación y puede ser motivo de graves trastornos.

Por otro lado, en cuanto a las matacías domiciliarias, desde Salud Pública recomiendan dirigirse a los ayuntamientos de cada municipio, ya que son los que organizan la campaña y señalan los días en que se autoriza el sacrificio y dónde deben depositar las muestras correspondientes a los animales.

Además, Salud Pública da también una serie de consejos para la manipulación y consumo de todo tipo de piezas de caza. Entre ellos se encuentra la observación de que el transporte de las piezas debe efectuarse en condiciones de limpieza y conservarse posteriormente en el frigorífico o la recomendación de consumir la carne de caza muy cocida o muy asada.

Asimismo, aconsejan no proporcionar a los perros las vísceras de los animales muertos y consultar al veterinario ante cualquier duda sobre el estado sanitario de los animales abatidos.