La Fundación Cruz Blanca atiende a 72 reclusos de Zuera

Centro Penitenciario de Zuera.
Foto: FUNDACIÓN CRUZ BLANCA
Actualizado: domingo, 11 mayo 2014 19:38

ZARAGOZA, 11 May. (EUROPA PRESS) -

   La Fundación Cruz Blanca ha atendido a 72 reclusos de la prisión zaragozana de Zuera a través del programa 'Chárrame'. En seis meses han participado 54 hombres y 18 mujeres de los módulos preventivos, de reincidentes, el terapéutico y el de mujeres.

   En una nota han informado de que 36 de los beneficiarios son de nacionalidad española, 27 proceden de América Latina, siete de Europa del este y otros dos de otros países europeos.

   El 75 por ciento han sido procesados por narcotráfico y contrabando, el 20 por ciento por estafa y un cinco por ciento por otros delitos. La Fundación Cruz Blanca ha realizado 54 intervenciones psico-emocionales y 45 jurídicas desde que ha puesto en marcha este programa, en octubre del año pasado.

'O CAMBALACHE'

   Las experiencias de intervención de Cruz Blanca con el colectivo de reclusos comenzaron hace una década, con el programa 'O cambalache', dirigido a personas altamente vulnerables a la exclusión y la violencia.

   Desde entonces hasta el cierre de la cárcel de Huesca en 2005 se llevaron a cabo un buen número de intervenciones relacionadas con la promoción de la salud, orientación y mediación social, en atención especial a reclusos portadores y enfermos de VIH/SIDA, enfermos terminales, reclusos con problemas de salud mental y personas con situaciones de exclusión social de larga trayectoria.

   En algunos casos las intervenciones continuaban tras la obtención de la libertad condicional de personas sin soporte familiar o con necesidad de cuidados sanitarios especiales, facilitando el acceso a plazas residenciales en la Casa Familiar San Lorenzo de Cruz Blanca en la capital altoaragonesa.

   No es hasta 2012 cuando se vuelve a plantear la coordinación de acciones continuadas entre la Fundación Cruz Blanca y el Centro Penitenciario de Zuera, y tras un estudio de la situación se pone en marcha un proyecto de intervención en octubre de 2013, el programa 'Chárrame', a través de un sistema de atención individualizada a cargo de un equipo multidisciplinar compuesto por dos profesionales, un psicólogo y una orientadora jurídica con formación especializada y experiencia en mediación psico-social, interculturalidad y como agente de salud.

IMPACTO NEGATIVO

   Diversos estudios ponen de manifiesto el impacto negativo que sufre una persona al ingreso en el medio penitenciario. "Esto se evidencia especialmente en aquellas personas que ingresan por primera vez en el medio penitenciario, enfrentándose a su pérdida de libertad en un medio cerrado, con una normativa establecida desconocida para ellos y con una imagen preconcebida de un espacio que se manifiesta como una amenaza", han señalado.

   "Los reclusos que se encuentran en este proceso de adaptación durante su estancia en el módulo de recién ingresados y que están atravesando esta ruptura emocional tardan en confiar en el soporte que el propio centro penitenciario les da para su adaptación", han apuntado.

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