El Ejército instala una unidad para la atención de las urgencias, no para la hospitalización, para la que todavía hay 70 camas libres
ZARAGOZA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El gerente del Hospital Clínico Universitario 'Lozano Blesa' de Zaragoza, José Ignacio Barrasa, ha manifestado que el centro "no está en una situación de colapso, sino de presión y atención" tanto a pacientes con la COVID-19 o sospecha de la misma, como por otro tipo de patologías.
Así lo ha expuesto en una rueda de prensa, donde ha explicado los detalles de la unidad de apoyo a las urgencias que el Ejército va a instalar esta semana en el aparcamiento situado junto a la entrada del Servicio de Urgencias de este hospital.
Barrasa ha aclarado que en este espacio, que tendrá capacidad para acoger a unas 40 personas al mismo tiempo, no se realizará hospitalización de pacientes, sino que atenderá las urgencias de personas con la COVID-19 o sospecha de la misma y ha recalcado que es una medida "preventiva", "anticipatoria" ya que podría darse el caso de no ser necesario su uso.
Ha añadido que, según como evolución la presión asistencial de las Urgencias, podría utilizarse no para pacientes COVID, sino para personas que acuden a Urgencias con patologías "más banales" y deben tener un tratamiento ambulatorio lo que permitiría poder organizar mejor el área de Urgencias y contar con "más espacio para los dos circuitos independientes" de pacientes con y sin coronavirus.
El gerente del Clínico ha precisado que se ha decidido instalar este dispositivo tras detectar una tendencia "creciente y sostenida" de incremento de personas que acudían a las Urgencias en las últimas semanas de julio a causa del coronavirus con el objetivo de que haya dos circuitos bien diferenciados entre pacientes COVID y de otras patologías y así garantizar la seguridad tanto de enfermos, como de trabajadores.
Barrasa ha esgrimido que si bien durante los primeros meses de la pandemia tuvo lugar un descenso significativo del número de personas que acudía a Urgencias con patologías diferentes a la COVID-19, ahora se están dando "cifras similares a otras épocas del año".
MENOR PRESIÓN ESTE MES
El gerente del Clínico ha contado que esta semana la presión de las Urgencias por coronavirus "se ha reducido un poco" en este centro respecto a las últimas semanas de julio, ya que si en ese momento había entre 25 y 26 nuevos ingresos al día, llegando incluso a 28, ahora está entre los 17 y 18.
"Es un dato esperanzador" que puede indicar que quizá la situación "se está conteniendo" y que hace posible un "equilibrio manejable" para atender a los dos grupos de pacientes, ha sostenido.
Barrasa ha indicado, igualmente, que si al principio de estas segunda fase de la pandemia los pacientes que ingresaban eran relativamente más jóvenes que en la primera, ahora "estamos hospitalizando a pacientes de más edad", probablemente porque la infección ha llegado a residencias de personas mayores.
Ha remarcado que en esta segunda oleada "no ha habido ningún fallecido" en este centro, algo que ha achacado a un diagnóstico precoz y a la mejora de los tratamientos.
MÁS PERSONAL
El gerente del Clínico ha enfatizado en que si no es necesario usar este dispositivo, no se utilizará, y ha dicho que, en caso de necesitarse, se tendría que revisar la disponibilidad del personal, que será todo del hospital. Al respecto, ha apuntado que el criterio que están aplicando es que todo el personal del centro pueda disfrutar, al menos, de 15 días de vacaciones.
Ha agregado que ya han tenido que pedir colaboración de trabajadores que habían disfrutado de ese periodo de vacaciones puesto que el centro ha habilitado cien camas que inicialmente estaban cerradas ante el aumento de casos COVID hospitalizados.
No obstante, ha apostillado que ha habido muchos profesionales que se han ofrecido voluntarios y ha resaltado su "colaboración absoluta" con la atención a los pacientes con coronavirus "y con este problema que está sufriendo la sociedad".
El gerente del Clínico ha aportado el dato de que desde el pasado 1 de julio y hasta el viernes pasado han resultado afectados por la COVID-19 57 profesionales de este hospital, si bien ha matizado que no se puede saber si se han contagiado en su vida personal o en el desempeño de su trabajo. Los hay que ya se han recuperado.
Según ha dicho, el hospital dispone de cuatro plantas dedicadas exclusivamente a pacientes con coronavirus, si bien todavía podría abrir más y tiene 70 camas libres para este tipo de pacientes. "Todavía tenemos margen, no se nos han agotado los recursos de hospitalización", ha expuesto.
NUEVO DISPOSITIVO
Barrasa ha dicho que las condiciones estructurales de las Urgencias del Clínico "hacen difícil" organizar dos circuitos diferenciados para pacientes con la COVID-19 y sin ella.
Ha explicado que en la primera fase de la pandemia los pudieron establecer puesto que se desplazaron las urgencias quirúrgicas, fundamentalmente las de Cirugía General y Traumatología, así como las de Pediatría "a otros lugares del hospital porque se habían cancelado las consultas", algo que ahora no se puede hacer.
Por este motivo, se ha pedido colaboración a la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD) de Zaragoza, "que rápidamente se ha ofrecido" a ayudar. En total, se van a encargar del montaje de este dispositivo de apoyo a las urgencias 30 militares pertenecientes a la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD-Zaragoza) y al Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA).
Este martes, han descargado los materiales y a partir de este miércoles se iniciará la instalación y vestido de la carpa. Este nuevo espacio será puesto a disposición del Hospital Clínico "a finales de esta semana o principios de la que viene", según el gerente, que ha añadido que desde el centro deberán analizar las necesidades de material clínico que se debe instalar allí.
Este espacio constará de una zona de admisión y clasificación de pacientes, cinco boxes de exploración, con un equipo portátil de rayos X digital y se estudia si se va a instalar un ecógrafo, un área de trabajo para los profesionales, y dos áreas de vigilancia clínica, con camas y sillones para que los pacientes esperen mientras se obtiene el resultado definitivo de su exploración, así como de una zona de espera de familiares.
Habrá una zona con pacientes sospechosos y otra con casos confirmados. Para prevenir cualquier tipo de contagio, la unidad señalizará un circuito que diferencie las zonas limpias de las contaminadas, y colocarán elementos para el cambio de EPIs y desinfección del personal.
También se ha previsto la colocación de contenedores con baños y duchas. La instalación contará con sistema de fontanería y aguas residuales, electricidad, climatización y mobiliario.
