El IMLA ensaya la N-400 para determinar el deterioro cognitivo

Sede del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 2 noviembre 2014 19:14

ZARAGOZA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) está realizando ensayos para conocer la aplicación de la prueba de potencial evocado N-400 en asuntos judiciales de responsabilidad civil, ya que permite determinar el deterioro cognitivo de las personas.

   Así lo ha indicado a Europa Press la psicóloga forense Cristina Andreu, quien ha realizado la misma prueba al exmiembro de la banda terrorista GRAPO Fernando Silva Sande para tratar de saber dónde está enterrado el empresario zaragozano Publio Cordón, secuestrado en la capital aragonesa el 27 de junio de 1995. La N-400 permite saber si el sujeto miente o dice la verdad.

   La doctora Andreu ha señalado que determinar el deterioro cognitivo es una prueba pericial "muy común en el ámbito forense" y se aplica a "gente que viene simulando un daño cognitivo por un accidente o un traumatismo y esto nos puede ayudar a objetivarlo".

   Ha comentado que, en ocasiones, quienes han cometido un delito "pretenden pasar por personas que no entendían lo que hacían, que no tenían capacidad", pero esta pericial es más frecuente en el ámbito de la responsabilidad civil.

   Andreu ha apuntado que esta prueba se aplica en casos de accidentes, para saber si el sujeto exagera cuando dice que ha perdido la memoria o no comprende.

   Esta es una de las pruebas que realizará la unidad de neurofisiología forense, que tendrá su sede en el IMLA, y cuando el Gobierno de Aragón dé el visto bueno buscarán acuerdos con otras instituciones y organismos para incluirlos en los proyectos de investigación. A finales de año concluirán los ensayos que está realizando Andreu.

   La forense ha aclarado que el IMLA espera contar más adelante con equipos para realizar análisis tridimensionales, ya que actualmente pueden estudiar el registro de las señales cerebrales en dos dimensiones, "pero también es muy interesante identificar el origen de la fuente", lo que requiere un equipo con más canales y un software más complejo.

   Ha confiado en que el Instituto firme una "alianza tecnológica" con la empresa Neuronics, radicada en Zaragoza y proveedora de tecnología a este organismo. También espera que a la unidad de neurofisiología se unan más profesionales, no solo forenses, sino ingenieros, "para ir desarrollando esta herramienta en el ámbito pericial".