Manuel Vilas: "La familia es el lugar donde los seres humanos somos más humanos"

El escritor aragonés Manuel Vilas.
El escritor aragonés Manuel Vilas. - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: sábado, 19 octubre 2019 11:20

Expresa su tristeza por lo que ocurre en Cataluña y por la "ruptura de la convivencia"

ZARAGOZA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962), finalista de los Premios Planeta 2019 con su novela 'Alegría', ha explicado que esta obra participa del universo autobiográfico de su anterior libro 'Ordesa', pero explora otros lugares de la condición humana, como la familia, que ha definido como "el lugar donde los seres humanos somos más humanos".

En declaraciones a Europa Press, ha señalado que ha vivido horas "muy intensas" tras ser proclamado finalista esta semana del Premio Plantea, que "es casi patrimonio nacional". Ahora, está "impaciente" por que salga al mercado la obra premiada, 'Alegría', que se presentará en Madrid el próximo 4 de noviembre.

Según ha comentado, está a la expectativa de conocer la reacción de los lectores. "He escrito el mejor libro que he sido capaz", una novela con la familia como protagonista, que sigue siendo "un lugar importante" para las personas, donde "construir los afectos", ha opinado.

"Todavía no hemos inventado otro espacio igual", ha considerado Vilas, para apuntar que, en el trabajo, las personas producen, mientras que las relaciones sociales "están bien", pero se apoyan en "intereses compartidos", cuando en la familia "existe todavía una enorme pureza humana".

Vilas ha sostenido que todavía hay "valores humanos consistentes", que él trata de exponer en esta novela, donde el narrador es un hombre que en su madurez lucha contra la tristeza y la angustia, frente a la que opone "el amor a los hijos, que se identifica con ese sentimiento de alegría".

La obra, que como en 'Ordesa' se apoya en la música para nombrar a los personajes, es algo más extensa que ésta, cerca de 15.000 palabras más, ha constatado Vilas, en la que reivindica la alegría frente a la felicidad porque esta última se presenta más "como una exigencia social", frente a la alegría, que es "más atávica, más primitiva".

La primera es "más impostada, más artificial" y la segunda "más misteriosa, de mayor energía, que te lleva al origen". A propósito, ha reconocido que el narrador, que es padre y un "místico", "a veces cree ser el padre de todos los hijos que se encuentra por el mundo".

EMOCIONAR

Manuel Vilas ha detallado que después de vivir cuatro años en Estados Unidos, el éxito de 'Ordesa', novela que ya ha sido traducida al francés, italiano y portugués, le ha hecho instalarse en Madrid para atender los compromisos tanto en España, como en estos países europeos.

Ha comprobado que la obra "emociona" también allí. "La reacción es la misma que en España" porque "la clase media que se retrata es idéntica en toda la Europa occidental y en medio mundo", ha relatado.

Vilas ha añadido que si en la juventud el escritor persigue "cambiar el mundo", en la madurez "si consigues emocionar con una página es bastante", es "la finalidad de este oficio".

Ha manifestado que vive un momento "bueno" y espera todavía "escribir muy buenos libros, tengo esa ilusión" porque un escritor, "si no escribe, no va estar contento, por mucho éxito que tengan sus obras anteriores".

De su etapa americana, ha contado: "Si no me hubiera tirado cuatro años en Estados Unidos, no me hubiera enterado de muchas cosas relevantes", para remarcar que un escritor "necesita muchos incentivos" y viajar es un buen revulsivo.

Ha dicho de ese país, que a pesar de que tiene "muchas imperfecciones", por ejemplo, una política de inmigración "impresentable", sus habitantes poseen "una gran formalidad, un amor al trabajo de quitarse el sombrero" y "una voluntad de transformación social importante". Para él, "el sueño americano puede tener partes cómicas", pero es de admirar su "esfuerzo por conseguir prosperidad".

RUPTURA DE LA CONVIVENCIA

En otro orden de cosas, Vilas ha expresado su "tristeza" por la "ruptura de la convivencia" y los alternados que están ocurriendo en Cataluña tras la sentencia del 'procés', que él ha vivido en primera persona ya que la entrega del Premio Planeta ha tenido lugar en Barcelona.

Ha narrado que como "ciudadano, demócrata y tolerante" que aspira "a vivir en libertad" y que al salir a la calle se encuentra un contenedor en llamas, "que es un bien público", se pregunta "por qué tienen que quemarlo, no sé que reivindicación política hay detrás de eso", ha reflexionado.

Vilas ha comentado que es un problema "complejo", pero también ha estimado que ha sido originado por los políticos y ha deseado que la clase política española, de forma trasversal, tuviera como objetivo lograr "la modernidad y el progreso" del país.

A su entender, los 46 millones de españoles "queremos tener un país moderno, en la vanguardia y a la cabeza de servicios sociales, investigación e igualdad" y que la clase política se esforzara por eso y por convertir a España en un "país relevante" social, cultural y económicamente.

Sin embargo, los partidos políticos no han sido capaces de ponerse de acuerdo para formar un gobierno y han vuelto a convocar elecciones generales, algo que ha considerado "un insulto a la ciudadanía" puesto que es decir a los españoles "que se han equivocado" y que voten de otra manera. "No es justo, es irresponsable" y "la gente que madruga en este país no merece esto", ha sentenciado.

MOTIVOS ELECTORALES INSANOS

Vilas ha señalado, sobre el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos, que "no tendrían que estar allí", pero "hacer de eso un motivo electoral es subdesarrollo" y se ha preguntado si las razones que hay para realizar el cambio ahora son solo "las del progreso y la salud democrática española" o también hay detrás motivos electorales "insanos".

El escritor ha considerado que faltan "discursos de hondura" en la política, no solo en la española. En este punto, ha mencionado la situación que se vive en Gran Bretaña con el Brexit, en Italia con la Liga Norte, Estados Unidos con Donald Trump, en Francia con las protestas de los chalecos amarillos y en Rusia con un dirigente como Vladimir Putin.

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