Más de 6.800 personas descubren desde enero el Monasterio de Rueda

Monasterio de Rueda
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 16 septiembre 2018 9:29

ZARAGOZA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un total de 6.806 personas han visitado desde el 27 de enero, cuando reabrió sus puertas, el Real Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, situado en el termino municipal de la localidad zaragozana de Sástago y uno de los máximos exponentes de la orden cisterciense en Aragón, junto con Veruela, Piedra y Casbas.

Turismo Aragón gestiona las visitas guiadas a este espacio que se ofrecen los viernes, sábados y domingos, si bien en julio y agosto el monasterio ha abierto sus puertas durante todos los días. "Está funcionando razonablemente bien, era lo esperado", ha subrayado el gerente de Turismo de Aragón, Jorge Marqueta, en declaraciones a Europa Press.

Además, este verano los visitantes han podido disfrutar, "de forma experimental", de unos recorridos sonoros. "La música en los monasterios era muy importante y a veces no somos conscientes de ello, pero era básica", ha sostenido Marqueta.

Por ello, se diseñaron unos recorridos guiados acompañados de piezas musicales en cada estancia, para conocer "los momentos de la vida del monasterio, desde el canto gregoriano en la Edad Media hasta el siglo XVII, cuando vivió su época de mayor esplendor". Esta actividad "ha funcionado muy bien" y 489 personas han podido disfrutar de las visitas musicalizadas que, al mismo tiempo, también tenían una parte teatralizada, dado que los guías iban disfrazados como personajes de la época.

"A la gente lo que le llama la atención en las visitas es el conjunto" dado que se encuentran un monasterio "bien conservado", con todos sus elementos "absolutamente conservados", ha remarcado Marqueta, indicando que sorprende también "lo grande que es" y su noria, "una obra de ingeniería medieval que se ha restaurado".

Para potenciar estas instalaciones, Turismo de Aragón se plantea desarrollar una programación cultural "por lo menos en temporada, porque el monasterio bien lo merece" y podría acoger conciertos, presentaciones y otras actividades.

Marqueta ha recordado, por otra parte, que además de las instalaciones del cenobio, el edificio tiene anexa una hospedería que ahora se encuentra cerrada, si bien ha expresado su deseo de que en un futuro, "a medio o largo plazo", estas dependencias puedan reabrir también, "lo que le dará otra vida al monasterio".

UN DESCONOCIDO

Rueda es "bastante desconocido" para los aragonesas, que conocen el Monasterio de Veruela o el Monasterio de Piedra, en el primer caso gracias al proceso de rehabilitación "sistemático" que ha impulsado la Diputación de Zaragoza (DPZ) desde los años 80 y, en el segundo, por su uso turístico desde hace décadas, por lo que ha estimado que este enclave de Sástago aún "se tiene que posicionar".

Sin embargo, ha defendido que el Monasterio de Rueda "es mucho más de lo que esperan" quienes lo visitan. El objetivo del Gobierno aragonés es ahora "trabajar para recuperar la hospedería y algunas estancias, como parte de los jardines o el huerto. Esa es nuestra obsesión" porque el monasterio "es un caramelo" una joya que se presta a hacer "lo que queramos".

En su recuperación, el Gobierno aragonés ha invertido más de 600.000 euros para rehabilitar la parte monumental, que estaba "muy deteriorada". Desde enero funcionan dos tipos de visitas guiadas, una de 90 minutos, con un coste de 5 euros, que permite recorrer todas las instalaciones y otra de 45 minutos, que muestra "las partes más relevantes.

Se pueden reservar en el correo electrónico 'visitasrueda@aragon.es' y se llevan a cabo los viernes, sábados y domingos y los días festivos de Aragón.

En esta visita guiada se propone un recorrido por el claustro para disfrutar de los capiteles, el pozo y el aljibe que recogía el agua de la lluvia; la sala capitular, el sobreclaustro y la torre mudéjar. Además, las personas con discapacidad visual disponen de una maqueta en braille a la entrada del monasterio.

EL MONASTERIO

El Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, que ocupa 38.000 metros cuadrados, es uno de los máximos exponentes de la orden cisterciense en Aragón. Junto al Monasterio de Piedra, Veruela y Casbas supone un punto emblemático, a orillas del Ebro, desde el punto de vista del patrimonio cultural y turístico.

Las obras se iniciaron en 1202 y contó con importantes reformas en los siglos XVI-XVIII. De este edificio destaca la galería herreriana que une el palacio abacial con la obra medieval. Una de las características más destacadas lo constituye la red hidráulica que, con el azud y la noria, creaba una trama para las funciones agrícolas y la vida cotidiana de los monjes.

Los visitantes pueden leer varios paneles con información básica del monasterio y dos maquetas, una con inscripciones en braille y otra acristalada, en la entrada, dotada de servicios públicos.

La visita comienza en la plaza de San Pedro, sobre la que se articula el monasterio, y los guías realizan un recorrido por el claustro, donde se pueden apreciar aspectos del arte cisterciense, inspirados en la sobriedad, como la presencia de motivos vegetales en las columnas, aunque también un murciélago, un búho, claves de bóveda con inscripciones, y las salas en las que los monjes vivían, como la sala capitular, destinada a las reuniones de la comunidad, los calabozos, la enfermería, el refectorio, con un púlpito para la lectura de la Biblia, y también se puede visitar el sobreclaustro, una novedad, así como la torre.

La iglesia abacial es de planta bernardina, con una nave central y dos laterales, en una de cuyas capillas está enterrado el Justicia medieval Juan Gil Tarín, y a la que se puede acceder por la puerta de los conversos --laicos-- y la de los monjes, aunque también desde los dormitorios, al regirse la orden del Císter por la norma 'ora et labora'. Tiene ventanas mudéjares.