El obispo de Huesca resalta la "sencillez" de Damián Iguacen, el obispo más longevo del mundo, fallecido con 104 años

Publicado: miércoles, 25 noviembre 2020 14:29

HUESCA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El obispo de las Diócesis de Huesca y de Jaca, monseñor Julián Ruíz Martorel, ha resaltado la "sencillez" del obispo emérito de Tenerife, monseñor Damián Iguacen, que ha fallecido este martes, 24 de noviembre, a los 104 años de edad, en la ciudad de Huesca. Se había convertido en el obispo más longevo del mundo.

Ruíz Martorel ha resaltado la "sencillez", "humildad", "trabajo" y "ejemplo" en todas las labores que desempeñó en su vida. Según ha glosado, ha sido "una vela que se ha ido apagando poco a poco, pero que deja el ejemplo entre quienes le conocieron".

Monseñor Iguacen ha fallecido en la residencia Saturnino López Novoa de Huesca, donde residía en los últimos años. Según su lema episcopal, "era el último de todos y el servidor de todos", una persona "trabajadora, sencilla, entrañable, piadosa, con una conversación ágil y siempre con alegría y gozo", ha añadido el obispo de Huesca.

El pasado 11 de octubre cumplió 50 años como obispo habiendo desempeñado su trabajo en Huesca, Barbastro, Teruel-Albarracín y Tenerife.

La misa exequial por su eterno descanso tendrá lugar este jueves, 26 de noviembre, a las 11.00 horas, en la Catedral de Huesca. "Se le va a despedir en esperanza ya que los cristianos sabemos que la muerte no es una ventana que nos lanza al vacío, sino una puerta que se nos abre para ser acogidos por la eterna misericordia del padre", ha dicho monseñor Ruíz Martorel.

Los restos mortales de monseñor Iguacen recibirán cristiana sepultura en la Capilla del Pópulo de este mismo templo. Los fieles que quieran acudir al funeral pueden recoger una invitación en la conserjería del Obispado de Huesca este miércoles 25, hasta las 18.00 horas. Su número es limitado debido a las restricciones de aforo a que obliga la pandemia del coronavirus.

BIOGRAFÍA

Damián Iguacen Borau nació el 12 de febrero de 1916 en la localidad zaragozana de Fuencalderas. Cursó estudios en el Seminario de Huesca y la ordenación como sacerdote llegó en 1941. Su primer destino lo tuvo en diversas parroquias de la diócesis oscense. Se le recuerda especialmente en la de San Lorenzo. También se ocupó del vicerrectorado del seminario de esta ciudad y durante un breve periodo de tiempo fue administrador apostólico de Huesca.

En 1970, se le consagró como obispo en la Catedral de Barbastro. Cuatro años después, pasó a dirigir la Diócesis de Teruel y Albarracín y en 1984 se convirtió en prelado de Tenerife, de donde es obispo emérito. También ocupó diversos cargos en la Comisión Episcopal Española y publicó varios estudios y libros sobre el patrimonio histórico y sobre advocaciones marianas.

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