La ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Monzón pretende erradicar las conductas

Actualizado: lunes, 4 febrero 2008 20:52

MONZÓN (HUESCA), 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Monzón, Mercedes Álvaro, ha elaborado el borrador de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana. Un trabajo que ella define como "la regulación de asuntos relacionados con la falta de civismo y solidaridad que muchas veces, por ser temas de importancia menor, quedan lejos de los Códigos Civil y Penal". Esta ordenanza pretende ser una herramienta para luchar contra las conductas antisociales.

El borrador de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana actualiza y dota de mayor contenido y cobertura de circunstancias a la Ordenanza de Buen Gobierno de 1985. Álvaro ha mantenido consultas con los partidos políticos y las asociaciones de vecinos para consensuar el texto definitivo y asegurarse el respaldo unánime del pleno de la Corporación. El borrador pasará por Comisión en los próximos días.

El objetivo, según Mercedes Álvaro, es definir las normas básicas de convivencia entre las personas en el ámbito público y de respeto a los bienes muebles e inmuebles, tanto municipales como privados, y establecer un cuadro de sanciones. Los problemas cívicos más habituales en Monzón son los grafitis, el 'botellón', y la no conservación del arbolado y del mobiliario urbano.

GRAFITIS Y BOTELLÓN.

Para contextualizar esta iniciativa, cabe indicar que los ciudadanos han transmitido al Ayuntamiento su preocupación por "fenómenos" como las pintadas de grafitis y el 'botellón'. Álvaro indica que son dos "buenos ejemplos" del campo de acción de la Ordenanza.

En el primer caso, se fijarán multas económicas que se podrán sustituir por "trabajos para la comunidad", y en el segundo, el texto prohíbe taxativamente la celebración de 'botellón' con botellas de cristal, en lugares frecuentados por niños y donde se produzcan molestias a los vecinos. "En este asunto se acostumbran a dar muchas variables que la policía local, en un primer momento, deberá considerar".

Destrozar una papelera, tronchar un árbol recién plantado, orinar en la vía pública, tender la ropa o regar las macetas sin prestar atención al posible perjuicio al vecino, son "acciones" que la Ordenanza penalizará. Asimismo, marcará las normas de seguridad y requisitos exigibles a una fiesta privada con repercusión fuera del recinto privado, a un acto público de cualquier índole, a una celebración con algún tipo de impacto sonoro o visual en la vecindad, e incluso a la instalación de un circo en cuyo programa figuren los números con animales.

Poner trabas al gamberrismo en cualquiera de sus manifestaciones es una de las prioridades de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana. Álvaro remarca que "las normas básicas de mutuo respeto y del buen trato de los bienes públicos y los ajenos son inherentes a la sociedad. Pintar un grafiti en una fachada o no hacer buen uso de un local alquilado al ayuntamiento, por poner dos casos bien distintos de comportamiento antisocial, tiene que conllevar un cargo. El Ayuntamiento tiene potestad para aprobar la Ordenanza y aplicar las sanciones que recoja".

En definitiva, se trata, en opinión de la concejal de procurarnos una vida mejor, de que nadie se sienta afrentado e indefenso ante un comportamiento manifiestamente antisocial".