El Plan Energético de Aragón pretende aumentar la potencia instalada en renovables en casi 4.000 megavatios hasta 2020

 Arturo Aliaga
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 13 mayo 2014 20:02

ZARAGOZA, 13 May. (EUROPA PRESS) -

El Plan Energético de Aragón 2013-2020 incluye entre sus objetivos aumentar la potencia instalada en renovables en cerca de 4.000 megavatios de aquí al año 2020, según ha informado el consejero de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, en su comparecencia a petición propia, en comisión, las Cortes autonómicas.

Aliaga ha repasado los puntos principales de este documento de planificación indicativa ya aprobado por el Gobierno de Aragón y que recoge las principales líneas de acción de la política energética de la Comunidad para los próximos años.

Su finalidad es "encontrar el equilibrio en materia energética" y "conjugar objetivos de crecimiento económico, de generación de empleo, de mantenimiento de la seguridad y calidad en el abastecimiento energético, de mejora de la eficiencia energética y de desarrollo tecnológico, preservando además el medio ambiente", ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Aliaga ha indicado que la elaboración del plan "ha sido sumamente participativa" y ha contado tanto con la colaboración de los principales agentes del sector, como con un proceso de participación ciudadana tras el que se han incorporado al texto final más del 80 por ciento de las alegaciones recibidas, "buena parte de ellas formuladas por los distintos grupos políticos representados en las Cortes de Aragón".

El plan, el tercero con que cuenta la Comunidad autónoma, reclama un mayor protagonismo para las Comunidades autónomas a la hora de definir su política energética y dota a Aragón "de un horizonte y hoja de ruta en materia de energía, lo que cobra importancia teniendo en cuenta que estamos inmersos en profundas reformas legislativas del sector energético y en un escenario de crisis que tiene reflejo en un descenso de los consumos energéticos".

Esta doble situación ha sido tenida en cuenta y ha motivado un ajuste en los objetivos del plan para 2020 respecto a los que contenía el borrador inicial.

CINCO ESTRATEGIAS

El plan contiene cinco estrategias, las de incrementar el parque de generación eléctrica, desarrollar las infraestructuras energéticas y promover las energías renovables, el ahorro y uso eficiente de la energía y la investigación, el desarrollo y la innovación energética.

El consejero ha precisado que "prevé seguir incrementando la generación eléctrica procedente de la eólica y, en menor media, de biomasa, hidráulica y solar, duplicando la aportación actual del parque de generación renovable", que alcanzaría los 7.537 megavatios de potencia instalada, frente a los 3.691 actuales.

La potencia eléctrica convencional pasaría de los 3.635 megavatios actuales a 3.902, con lo que la potencia eléctrica total --renovable más convencional-- llegaría a los 11.438 megavatios en 2020.

En este sentido, Aliaga ha afirmado que "no debemos quedarnos únicamente en los números, porque tras ellos hay una industria asociada que hay que proteger, algo especialmente importante en casos como el de la cogeneración, que supone el 20 por ciento de lo que producimos".

USO DEL CARBÓN LIMPIO

El texto destaca la importancia de la utilización limpia del carbón, "que cumple un papel esencial en la seguridad de abastecimiento eléctrico y reducción de la dependencia exterior". El escenario que dibuja para 2020 "otorga un papel fundamental a las energías renovables y a la eficiencia energética, pero también indica que el gas natural va a ser clave en la estructura energética regional, al igual que el impulso a la investigación en ámbitos como las redes inteligentes, el vehículo eléctrico, el uso limpio del carbón o el hidrógeno", ha sostenido el Ejecutivo aragonés.

A la hora de abordar las infraestructuras, el plan contempla las necesarias para la vertebración del territorio en cuanto a generación y consumo de gas y electricidad. En el capítulo eléctrico son, en su mayoría, nuevas líneas y ampliaciones de subestaciones necesarias para garantizar un suministro "seguro y de calidad" durante los próximos años, tanto a la población general como a la actividad económica.

Estas propuestas consolidan el crecimiento de ejes económicos como los de Tarazona, Mequinenza o Gurrea y mejoran el mallado de áreas industriales. Entre las nuevas líneas, se incluyen algunas como la Mezquita-Valdeconejos; Valdeconejos-Escucha; y Mezquita-PLATEA, en Teruel; y Monte Torrero-PLAZA, María-PLAZA 220 y Entrerríos-PLAZA, en Zaragoza.

En cuanto al gas y aunque el nivel de gasificación de la Comunidad "ha mejorado notablemente en los últimos años", se prevén nuevos gasoductos como los de Brea de Aragón-Illueca, Alcolea de Cinca-Sariñena, Calamocha-Daroca, Épila, Cariñena, Monreal del Campo-Molina de Aragón, Onda-Teruel, Calatayud-Yela y Daroca-Calatayud.

EFICIENCIA ENERGÉTICA

El plan propone la promoción de inversiones en eficiencia energética y aprovechamiento de las energías renovables mediante subvenciones, líneas de financiación y promoción de las empresas de servicios energéticos; la elaboración de normativa que agilice y racionalice los procedimientos administrativos; la elaboración de planes de acción sobre materias concretas; la potenciación del tejido industrial, la colaboración entre universidades, empresas y centros de investigación; el fomento de la transferencia tecnológica y el impulso a la presencia nacional e internacional.

En el apartado de inversiones y empleo, la planificación contenida en el Plan Energético de Aragón 2013-2020 es indicativa. Así, utilizando baremos de uso común en el sector, se estima un impacto en el empleo para todo el periodo de 20.000 personas en la fase de construcción y de 2.400 en la de explotación de las infraestructuras e instalaciones de generación durante los años posteriores cuando ya estén hechas.

Se trata de empleos relacionados con el desarrollo del plan en toda su vigencia --bien nuevos, bien ya existentes--, distribuidos en la realización de proyectos, ingeniería, construcción, montaje y explotación.

Esto afectará a actividades directas como la investigación e innovación, fabricación de bienes de equipo, creación de empresas de servicios energéticos, instaladores, obtención de materias primas renovables y transporte, así como a otras inducidas en la puesta en marcha de las instalaciones y al empleo que se pueda generar en el sector servicios, han concluido desde el Ejecutivo aragonés.