HUESCA, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El pueblo de Piedramorrera, que tiene menos de una veintena de habitantes, perteneciente al municipio de Biscarrués (Huesca), celebrará mañana sus fiestas patronales, en honor a San Babil, santo que tiene su día en enero, pero que los vecinos han trasladado a septiembre, mes con temperaturas más agradables.
La concejal de fiestas, Lola Giménez, informó en declaraciones a Europa Press, que en el pueblo hay censadas unas doce personas, la mayoría de las cuales sobrepasan los 50 años, que "se niegan a abandonar el pueblo porque es donde han nacido y vivido toda su vida".
Giménez destacó las buenas relaciones, "como las de una familia", que unen a los habitantes del Piedramorrera, ya que "están pendientes los unos de los otros y se cuidan mutuamente".
Según relató la concejala, el hecho de que los habitantes se esfuercen por quedarse en el pueblo es una "apuesta clara" por vivir en la naturaleza, sin perder la calidad de vida, ya que Piedramorrera "dispone de los servicios mínimos".
Entre estos servicios, Giménez hizo hincapié en la ayuda a domicilio que una trabajadora social presta a aquellos habitantes de Piedramorrera que la precisen. Además, varios días a la semana acuden al pueblo camiones que venden productos alimenticios, para que los vecinos no tengan que desplazarse a otros pueblos.
Asimismo, Giménez adelantó que los hijos de los vecinos de este pequeño pueblo, aunque la mayoría de ellos viven en Huesca o incluso Barcelona, visitan Piedramorrera con frecuencia. Tanto es así, que dentro de poco constituirán una asociación de vecinos, que "fomente actividades sociales y culturales en el pueblo para que no pierda la vida", agregó.
JORNADA FESTIVA.
Los actos de la jornada festiva comenzarán a mediodía con una comida popular. A las 17.00 horas, habrá fiesta de hinchables para los más jóvenes. Los adultos disfrutaran de los festejos con la Disco Móvil nocturna, tras la misa de las 19.00 horas.
Sin embargo, a pesar de las pequeñas dimensiones de este pueblo, sus vecinos esperan la llegada de visitantes, atraídos no sólo por las fiestas, sino también por el encanto de esta pequeña población ubicada en la Ruta de la Piedra, en la que destacan las antiguas escuelas, que se mantienen tal y como se construyeron a principios del siglo XX, el molino de aceite, o las protecciones de piedra que jalonan los dinteles de puertas, ventanas y esquinas de las casas.
Asimismo, Piedramorrera también cuenta con el atractivo del contacto con la naturaleza, a través de las rutas a pie y en bici, que llegan hasta las tumbas romanas de Valderrasal, o la ruta de las Canteras de la Peña los moros.
