La restauración de la Catedral de Albarracín descubre la configuración primera de la capilla de San Juan

Catedral De Albarracín
FUNDACIÓN SANTA MARÍA DE ALBARRACÍN
Actualizado: miércoles, 2 mayo 2012 21:44

ALBARRACÍN (TERUEL), 2 May. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín está interviniendo en la capilla de San Juan, situada en el acceso a la Catedral de esta localidad, donde se ha descubierto la configuración primera con sus decoraciones originales.

Los trabajos desarrollados han permitido deducir como el decorado de esgrafiados que cubren la cúpula, debieron extenderse también al todas las paredes de esta capilla y por el intradós de acceso a la Catedral.

Se trata de decoraciones en relieve, realizadas en yeso, con motivos vegetales y animales fantásticos, policromados en gris claro, sobre un fondo azulado. Estos esgrafiados se conservan parcialmente en el cuerpo inferior de la capilla, como consecuencia de las reformas que acometieron en la instalación de sus retablos.

Al retirar uno de los retablos, para la restauración de sus paramentos esgrafiados posteriores, se ha descubierto una hornacina original, recubierta de los mismos esgrafiados en los arcos y no en la pared frontal.

Por ello, se ha deducido que esta capilla tuvo dos hornacinas enfrentadas, una de ellas ampliada para introducir un retablo de mayores proporciones al posible hueco preexistente, han apuntado desde la Fundación.

El otro retablo enfrentado, el retirado para el saneamiento mural, se optó por colocarlo fuera del hueco de la hornacina, que fue tabicado por ello. Estas redecoraciones suponen una lógica alteración de los esgrafiados dominantes, que desaparecen totalmente en el lateral derecho de la misma.

Otra de las singularidades decorativas es que por debajo del esgrafiado aparecen, en la hornacina descubierta, otras decoraciones anteriores quizás del siglo XVII, con el suelo de barro original de la capilla.

Además, se da la circunstancia también que el retablo de San Juan que acabo modificando la capilla por ampliación de la hornacina original, tiene un armazón del siglo XVIII, contemporáneo a la actual capilla, aunque recoge las tablas de la primitiva capilla del siglo XVI, predispuestas para su restauración en el próximo curso de pintura de caballete, dada la calidad de las mismas.