ZARAGOZA, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista SEO/BirdLife anima a los ciudadanos a denunciar la destrucción o retirada de nidos de aves al asegurar que es "ilegal" e insta a dar aviso al teléfono europeo de emergencias y Protección Civil 112 o al número del Servicio de Protección de la Naturaleza --SEPRONA-- de la Guardia Civil 062.
Tras recalcar que "destruir nidos es ilegal", SEO/BirdLife ha recordado que en verano se producen numerosos casos de destrucción ilegal de nidos y ante los posibles casos que se detecten han solicitado que se denuncien.
Asimismo, han ofrecido una tercera opción a través del formulario de denuncia online de SEO/BirdLife, que analizará los casos que se presenten y, si procede, se encargarán de tramitar la denuncia. "Tu colaboración y la del resto de '#GuardianesDeLaNaturaleza' es muy importante".
En el caso de que las agresiones a los nidos sean en las ciudades han explicado que las diferentes policías ambientales pueden actuar puesto que su misión es proteger la naturaleza y en la zonas urbanas también hay especies de flora y fauna que cuentan con su protección.
ESPECIES MÁS FRECUENTES
La Guardia Civil o los agentes medioambientales y forestales de casa Comunidad autónoma atenderán las denunciar que se cursen aunque los hechos se estén produciendo en un área urbana o industrial.
Asimismo, han detallado que se pueden denunciar las agresiones a "todas las especies de aves silvestres" porque "todas están protegidas" y algunas tienen grados de protección más relevantes. Han precisado que incluso, simplemente, dañarlos o causar molestias en el nido podría ser denunciable.
Han aclarado que de manera, muy excepcional, la administración puede conceder permisos puntuales para retirar ciertos nidos si se considera que algún riesgo o molestia extraordinaria no tiene solución alternativa. En tal caso también hay que contactar con el 112 o con el 062.
Finalmente, han indicado que los casos son más frecuentes son los nidos de golondrinas, aviones, vencejos, cernícalos primilla y cigüeñas, que se encuentran, a menudo, en construcciones humanas y entornos habitados y por este motivo, suelen ser los más afectados.
