El presidente aragonés aboga por limpiar el cauce del río, si bien ahora "se trata de que las afecciones sean las menos posibles"
NOVILLAS (ZARAGOZA), 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado esta tarde que, tras escuchar el criterio de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y de los alcaldes de municipios ribereños, no será necesario desalojar las localidades aragonesas ante la llegada de la punta de la crecida extraordinaria del río Ebro.
"Acabamos de saber que por Tudela el río ha pasado con 25 o 30 centímetros por debajo de lo que lo hizo en 2015", por lo que "una vez visto el criterio de los técnicos y de los alcaldes, se ha decidido no desalojar ninguno de los cuatro municipios que estaban en riesgo --Boquiñeni, Pradilla, Alcalá y Cabañas de Ebro--", ha indicado.
No obstante, durante el día ya se ha procedido a evacuar por precaución a personas con problemas de movilidad y discapacitadas, por lo que "una hipotética evacuación sería sencilla, aunque los técnicos y los alcaldes entienden que no habrá que desalojar", ha recalcado, para apuntar que el dispositivo, en todo caso, "está preparado".
Así lo ha indicado Lambán en declaraciones a los medios de comunicación en Novillas, donde ha afirmado que la situación en los municipios ribereños "está mejor", aunque ha llamado a "no bajar la guardia" ante la crecida extraordinaria del Ebro que llegará esta noche a las primeras localidades aragonesas.
Lambán ha visitado esta tarde Novillas junto a su alcalde, José Ayesa, para conocer la situación en esta población, donde ha llegado después de visitar también el Puesto de Mando Avanzado situado en Luceni.
En este último municipio, los responsables de los operativos han informado a las autoridades de las medidas puestas en marcha y Lambán ha asegurado estar "francamente satisfecho de cómo está funcionando la coordinación técnica e institucional entre todas las Administraciones, la autonómica, la central, las comarcas".
En este sentido, ha elogiado y ha "rendido pleitesía" a los alcaldes de las localidades de la ribera, dado que "son los que mejor conocen la evolución del río, los más comprometidos con que las avenidas causen los menores daños posibles y seguramente los mejores interlocutores con los que puede contar la Administración para que al final la riada pase causando las menores afecciones posibles".
LA SITUACIÓN MEJORA
El presidente ha explicado que en el Puesto de Mando Avanzado le han informado de noticias que "aligeran bastante mi preocupación", dado que "se ha dicho que es posible que no se llegue a los niveles de crecida que esperábamos en nuestros peores pronósticos", algo que "tranquiliza", ha reconocido.
Sin embargo, por la experiencia en anteriores avenidas, ha emplazado a ser "precavido y previsor", al sostener que en el río Ebro "los cálculos aritméticos puros y duros no funcionan nunca, intervienen siempre muchas variables, muchas circunstancias", por lo que aunque pueda parecer que "al final la riada será menos grave de lo que se pudiera prever, hay que actuar y tomar las mismas medidas que si nos situáramos en el peor de los escenarios posibles".
En esta situación, "la alarma tiene que seguir activada al máximo" y "los operativos tienen que estar dispuestos a cualquier tipo de actuación y prevenir posibles afecciones a las personas e inundaciones en los cascos urbanos".
Ha remarcado que la coordinación entre Administraciones ante la avenida extraordinaria del Ebro "está siendo espléndida, óptima, los alcaldes están haciendo un papel fundamental y todo lo que ocurra, que espero que sea poco, ocurrirá porque tenga que ocurrir y no porque desde las Administraciones haya habido imprevisión o falta de medios", ha advertido.
LIMPIAR EL CAUCE
El presidente aragonés ha recordado, asimismo, que después de la riada de 2015 la Confederación Hidrográfica del Ebro realizó trabajos e inversiones en la ribera y también el Ejecutivo aragonés estableció ayudas agroambientales para compensar a los agricultores de posibles daños y otros recursos tras las riadas.
Además, este año "el Gobierno de Aragón tiene previsto hacer limpiezas forestales en la ribera, pero la legislación respecto a la limpieza de cauces es tan restrictiva que nos es imposible actuar" más, ha dicho.
En este punto, se ha mostrado partidario de emprender una limpieza en el cauce, dado que "desde el paleolítico inferior ha habido limpiezas en los ríos", pero ha recordado que "desde hace tiempo estas actuaciones están absolutamente prohibidas", lo que causa la creación de islas y obstáculos en el cauce que dificultan el paso del agua en caso de riadas.
En todo caso, "ahora se trata de aliviar los daños, los efectos colaterales y las afecciones para que sean las menos posibles, lo demás una vez que pase la riada se seguirá hablando" para estudiar cómo ensanchar el dominio del río, "con la adquisición de fincas", por ejemplo.
Ha insistido en que en esta riada "las cosas se están haciendo bien, se tiene tanta experiencia de lo que hay que hacer en el río que desde el primer momento los protocolos se han activado de manera impecable, cada Administración lo sabe y todas ellas han estado a la altura de las circunstancias, otra cosa es que el río es un fenómeno natural incontrolable y hay que intentar aliviarlo en la medida de lo posible".
Lambán ha comentado que al visitar estas localidades cuando se producen crecidas, "no sabemos si venimos a darles moral a los alcaldes o que ellos nos la den a nosotros, pero nos damos la mano, compartimos preocupaciones y propósitos" y desde el primer momento se ha abogado por la transparencia y por que "los ciudadanos estén puntualmente informados, sin tapujos ni reticencias, porque la falta de comunicación y transparencia es lo peor que puede ocurrir en este tipo de circunstancias".
UNA LUCHA VIRULENTA
El alcalde de Novillas, José Ayesa, ha admitido que esta mañana "hemos estado muy preocupados, porque había una mota que se había desprendido de un lado y hemos visto que peligraba, pero teníamos a la Unidad Militar de Emergencias (UME) de guardaespaldas, algo que es maravilloso".
Para las localidades de la ribera, "ha sido un siglo terrorífico" con las riadas y, por eso, ha reclamado que "de una vez por todas se haga la limpieza, que las leyes la favorezcan porque de ahí se empieza a evitar estas situaciones que nos estamos creando".
Ha afirmado que a pesar de la lucha "virulenta" que mantienen con el río, "no he podido llegar a odiarlo, lo adoro, veo una naturaleza tan buena y que nos da la vida, pero así como está, lleno de arboledas que nos arruinan a toda la ribera, porque hay unas leyes que van en contra nuestra por eso reclamo una actuación política aquí y en el Gobierno de la Nación".
