TERUEL, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Teruel pone fin este lunes a once días de intensa fiesta, en la que los actos tradicionales, los juegos, y los conciertos han cobrado vida en las calles de la localidad, llenándolas de turolenses y visitantes dispuestos a pasarlo bien.
Las fiestas del Ángel terminan este lunes con varios festejos de toros y vaquillas tanto para niños como para adultos y una gran traca final que despedirá los festejos hasta el próximo año.
El día comenzó de madrugada para los turolenses. A las 2,00 horas, la plaza de toros se llenó de luz y fuego con el espectáculo de vaquillas emboladas y el toro de fuego, de la ganadería del navarro Vicente Domínguez Guendalain. A continuación, se procedió al ensogado de toros y a su traslado al centro de la ciudad.
Los más pequeños también tuvieron la ocasión de disfrutar de un encierro a su medida en la plaza del Torico, con varias vaquillas ensogadas a las que pudieron torear imitando a las grandes figuras que han llenado la plaza de toros de Teruel durante toda la semana.
Esta tarde, los vecinos de Teruel vivirán uno de los últimos actos preparados para las fiestas de este año que tendrá lugar en el centro histórico de la ciudad. Se trata del festejo de los toros ensogados, de la ganadería del turolense Adell Piquer de Castellote, que harán las delicias del público asistente.
Como viene siendo tradicional, las fiestas terminarán con la traca final, a cargo de la pirotecnia de los hermanos Caballer de Almenara. Los fuegos artificiales despedirán a medianoche las fiestas del Ángel, momento en que la ciudad de Teruel y los seguidores de sus fiestas pondrán la vista en los festejos del próximo año.
