Zaragoza.- Los balnearios de la provincia abren sus puertas a todos aquellos dispuestos a escapar de la rutina

Actualizado: miércoles, 9 agosto 2006 21:55

ZARAGOZA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El mes de agosto, mes vacacional por excelencia, se presenta como el periodo perfecto para alejarse del sofocante calor de las ciudades y descansar en lugares tranquilos. Por fortuna para aquellos que viven en Aragón no es necesario irse muy lejos para encontrar estos lugares destinados al reposo y al relax más absoluto.

En la provincia de Zaragoza se encuentran algunos de los balnearios más completos de la Comunidad aragonesa. Tres localidades zaragozanas conforman la llamada ruta de los balnearios: Alhama de Aragón, que cuenta con dos centros termales, Jaraba, donde se hayan tres balnearios y Paracuellos de Jiloca, donde se encuentra otro centro termal.

La localidad zaragozana de Jaraba alberga tres de los centros termales más conocidos de la provincia. Este municipio siempre ha tenido una estrecha relación con el agua, fuente de vida y de trabajo para sus vecinos. De hecho, las propiedades benéficas de las aguas de Jaraba eran ya conocidas desde tiempos de los romanos que llamaron a los manantiales calientes de las cercanías del río Mesa "Aguas de las Ninfas". En la Edad Media, en el lugar en el que hoy se encuentra el balneario de la Virgen, se abrió una piscina donde los peregrinos que acudían al Santuario de la Virgen sanaban ciertas enfermedades. En la actualidad existen cinco aprovechamientos de las aguas minero-medicinales que dan lugar a tres establecimientos balnearios y tres plantas embotelladoras.

Las aguas de Jaraba son aguas hipotermales, con una temperatura de entre 20 y 30 grados centígrados, y de mineralización media, con predominio de bicarbonatos, sulfatos, calcio y magnesio. Su administración por vía oral o tópica resulta beneficiosa para las afecciones de las vías urinarias, reuma y vías respiratorias.

A mediados del siglo XIX se crearon los actuales establecimientos balnearios: Balneario de la Virgen, Balneario de Serón y Balneario de Sicilia, que aprovechaban estas propiedades medicinales de los manantiales. Dos de los balnearios, los de Sicilia y Serón, se encuentran junto al casco urbano del municipio, mientras que el de La Virgen se localiza a las afueras del municipio, donde se inicia el agreste desfiladero del río Mesa, junto a la carretera de Calmarza.

Los balnearios de Jaraba están instalados en amplios edificios, perfectamente equipados para otorgar al visitante la calma que necesite para mejorar su estado de salud y de ánimo. Además, cuentan con instalaciones deportivas y extensas arboledas.

En Alhama de Aragón se hallan otros dos centros de aguas termales, la Estación Termal de San Roque y las Termas Pallarés. La estación termal de San Roque encuentra su origen en en siglo XII, en la primitiva casa de baños denominada Baños Viejos, y posteriormente llamada Baños Viejos de San Roque. La casa de baños, antiquísima, era ya por aquel entonces conocida por romanos y árabes, e incluso fue mencionada por Alfonso I "El Batallador" en el año 1122.

En aquella época, la terma sólo contaba con dos pilas, una para hombres y otra para mujeres conocidas como los Baños de "El Moro" (siglo XI) y de "La Mora" (siglo XI), pilas construidas a modo de bóveda en la concavidad de la gran roca caliza sobre la cual estaba construido el modesto edificio. Posteriormente las instalaciones fueron modificadas hasta ser declarado establecimiento oficial el año 1841. Su nombre cambió por el de Baños Nuevos de San Roque en 1852.

En Termas Pallares, balneario situado también en Alhama de Aragón, la historia rodea cada uno de sus rincones, ya que hace más de 2000 años que se conocen las propiedades terapéuticas del balneario. La historia de todas sus edificaciones data de 1863, año en que se inició la construcción de dos hoteles y un casino. Desde entonces, esas instalaciones han acogido a distintas personalidades, como a Reyes, políticos, artistas, y escritores.

En la actualidad, su elegante arquitectura evoca todo el glamour de los auténticos Balnearios del siglo XIX, convirtiendo el lugar en un punto de encuentro entre las fábulas de su deslumbrante pasado y el confort del que pueden disfrutar sus visitantes en la actualidad.

Incluso el escudo del balneario pretende señalar la filosofía del establecimiento. El lema del escudo reza "in Aqua Salus". La Salud está en el agua, algo que bien sabían los romanos que establecieron en Alhama, centro termas y baños para aprovecharse del beneficio de las aguas mineromedicinales que brotan en el Balneario.

Bien sea en Alhama de Aragón, en Jaraba o en Paracuellos, que posee otro de estos establecimientos, la provincia de Zaragoza ofrece diversas opciones de ocio y relax para aquellos que quieran escapar de la rutina y del tradicional turismo de playa y montaña. Así, los balnearios abren sus puertas durante todo el año a los aficionados al descanso y a todos aquellos dispuestos a dejarse arrastrar a un mundo de nuevas sensaciones.