Zaragoza.- La DGA declara bien de interés cultural la zona arqueológica "El Piquete de la Atalaya", en Azuara

Actualizado: domingo, 26 marzo 2006 15:45

ZARAGOZA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Aragón ha declardo bien de interés cultural, en la categoría de conjunto de interés cultural, zona arqueológica, el yacimiento denominado "El Piquete de la Atalaya", localizado en el término municipal de Azuara (Zaragoza).

El yacimiento denominado como Piquete de la Atalaya, constituye un importantísimo conjunto arqueológico, situado en el término municipal de Azuara, junto al río Cámaras, en dos grandes montículos con fuertes acantilados hacia el río y separados por un barranco por donde discurre la carretera de Azuara a Moyuela, partiendo ésta el yacimiento en dos. Los restos aparecidos en superficie, además de los escasos vestigios de estructuras urbanas, indican la presencia de un área arqueológica de gran extensión, identificada como una ciudad.

Las primeras noticias sobre esta lugar fueron dadas en 1972, a partir de materiales de superficie. También hay que mencionar los trabajos referidos a los tesorillos monetales allí aparecidos. A partir de este momento se suceden los estudios sobre el yacimiento, destacando el referido a la identificación de sus restos con la ciudad celtibérica de Beligiom.

El estudio de los materiales recuperados en prospección, indica unas producciones indígenas centradas en los siglos II-I a.c., con presencia de Kalathoi, Dolia, cuencos y cráteras, junto a vasos realizados a mano. Junto a estas producciones, aparecen cerámicas de importación.

Aunque se desconocen los orígenes exactos de la ciudad, posiblemente situados a fines del siglo III o comienzos del II a.c., el máximo esplendor de la misma debió producirse entre los siglos II-I a.c., momento de su máxima expansión político-económica y urbana. En este sentido hay que destacar la aparición de todo un barrio bajo, situado al pie de los cerros y extendiéndose hasta el río. Las catas arqueológicas realizadas han aportado, no sólo esta expansión urbanística hacia el llano, sino también parte del urbanismo y modelos domésticos de la propia ciudad de Beligiom.

Los sectores excavados permitieron estudiar una sección de este barrio bajo, sepultado bajo una capa de dos a cuatro metros de gravas, producto de un proceso geomorfológico de arrastre y erosión-acumulación de laderas, producido con posterioridad a la destrucción violenta de la ciudad y que ha permitido la conservación de los restos muebles e inmuebles en unas condiciones privilegiadas. En dicho corte se apreciaban distintos restos constructivos, como balsetas, almacenes, vasares, silos y muros correspondientes a un área industrial y doméstica.

En esta zona se han documentado varias casas adosadas por sus muros medianiles con una altura conservada de más de dos metros. Dichas casas tienen una planta con tendencia rectangular alargada, con anchuras que van entre los tres y cuatro metros, muros con basamentos de tres o cuatro hiladas de piedra y el resto en adobe o tapial.

Una de estas casas está muy bien conservada, con un nivel de destrucción por incendio de gran potencia (2 metros), suelo de tierra apisonada y banco corrido, con vasar cerámico en el que se recuperó parte de un interesante ajuar doméstico, compuesto por una serie de piezas cerámicas objeto del trabajo de restauración que ahora se presenta.

Una de las piezas más importantes aparecidas en este yacimiento es el casco de bronce del s.I a.c. perteneciente a la cultura romana, se trata de una pieza en muy buen estado de conservación. Presenta la forma de un casquete casi hemisférico, con una visera posterior en forma de media luna, que actúa de guardanucas.

La aparición de esta casco, clasificado como tipo Montefortino C, demuestra una vez más la relación de esta pieza en el final violento de la ciudad de Beligiom, durante las Guerras Sertorianas, del mismo modo que la abundancia de proyectiles de honda confeccionados en plomo, incide en estos sucesos que pusieron el final de esta ciudad celtibérica.