ZARAGOZA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
"Si el Ayuntamiento no es capaz de controlar la calidad del servicio público de transporte, lo harán los usuarios". Así de contundente se muestra la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) para anunciar que va a poner en marcha una campaña de seguimiento de las frecuencias del bus urbano, realizada por los propios ciudadanos a través de las asociaciones de vecinos, y que se desarrollará entre el 7 y el 11 de abril.
Desde la FABZ explican que cualquier ciudadano que quiera colaborar con esta iniciativa puede acercarse a una de las asociaciones vecinales que forman parte de la FABZ, y solicitar un formulario que rellenará con los datos de control de la parada de bus que elija.
También se le detallarán las instrucciones necesarias para realizar el seguimiento de manera adecuada. Tras la recogida de los datos, se evaluarán y los resultados se enviarán tanto al Ayuntamiento de Zaragoza como a TUZSA, empresa concesionaria del transporte público.
Desde la Federación vecinal argumentan esta iniciativa en que el control de cumplimiento del servicio es un "requisito obligado en cualquier contratación, y ese cumplimiento debe comprender la satisfacción de las demandas del usuario, especialmente la fiabilidad de las frecuencias".
Añaden en un comunicado que dicho cumplimiento, además, "debería condicionar el pago del servicio". La finalidad de esta encuesta pretende dejar constancia de la "mala situación actual de nuestro transporte público, hecho que preocupa desde hace tiempo a la FABZ", subrayan.
Para la FABZ el nivel de funcionamiento de la movilidad urbana es un "potente indicador de la capacidad de gestión de una administración local y condiciona en gran medida la calidad de vida de los ciudadanos", aseguran desde la Comisión de Movilidad de la FABZ.
Además, recuerdan que el pasado mes de diciembre trasladaron al área de Servicios Públicos del Ayuntamiento su "tremenda preocupación por la deriva del funcionamiento del transporte público" ya que entonces "nos preocupaba la falta de asunción de medidas que permitieran paliar ese progresivo deterioro".
Como repuesta les comunicaron desde el Ayuntamiento que se debía a "las obras y la huelga de conductores" y tras comprometerse a medir los tiempos reales de cada uno de los trayectos lamentan que un par de meses después de esos compromisos, "la calidad del servicio sigue muy por debajo de lo deseable".
Esta apreciación la justifican en que los usuarios "siguen perdiendo demasiado tiempo en los desplazamientos en transporte público y siguen pasando autobuses de la misma línea juntos después de 20 minutos de plantón en la parada", aseguran.
