Zaragoza.- Factoría Teatro lleva al escenario del Mercado una "absorción delirante y comprometida" de Hamlet

Actualizado: lunes, 25 agosto 2008 16:31

ZARAGOZA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

'Hamlet, por poner un ejemplo' no es una adaptación, ni una revisión, ni una versión del texto de Shakespeare, sino una "absorción" realizada por el responsable del libreto y de la dirección, Mariano Llorente.

La compañía Factoría Teatro traslada el palacio de Elsinor, donde trascurre la tragedia shakesperiana, al Teatro del Mercado de Zaragoza desde el 26 al 31 de agosto, donde se celebrará una representación diaria de esta obra "delirante y comprometida", como la definen sus actores.

La obra de Llorente reduce el cúmulo de personajes del original a cuatro, Hamlet, Ofelia, Gertrudis (madre de Hamlet) y Claudio (tío, padrastro y asesino del padre de Hamlet). Los actores que encarnan estos personajes son, respectivamente, Salvador Sanz; Silvia García de Pé; Gonzala Martínez, y Jesús Hierónides, quien acuñó el término "absorción de Hamlet" para definir el experimento teatral de Mariano Llorente.

Según explicó Salvador Sanz (Hamlet) en rueda de prensa, "la excusa de esta obra es el amor tan tremendo que sentimos por el texto de Shakespeare, pero es sólo una excusa" para transformarlo en una obra "ideológicamente comprometida", señaló, y matizó "no políticamente, sino ideológicamente comprometida".

Por eso, la obra trata temas de máxima actualidad, como el terrorismo, la violencia machista, el calentamiento global o los represaliados en las guerras.

Eso sí, en un escenario barroco, donde cuatro personajes "barrocamente ataviados", conforman un "cuarteto disonante e inarmónico". Las cuestiones más comprometidas trascurren en un ambiente que pasa de la "hilaridad a la reflexión", de la "trascendencia a la banalidad", indicó Gonzala Martín. Busca la carcajada del espectador y también "pincharle" ante la realidad, añadió Hierónides.

LA LOCURA

El personaje de Hamlet está reflejado en el imaginario colectivo por la duda y por la locura. "No sólo el personaje de Hamlet, toda la corte de Elsinor está inmersa en la locura" en la obra de Factoría Teatro. Y esta locura, es sólo un reflejo de la irracionalidad en la que está sumergido el mundo entero, explicó el actor.

La duda que persigue al Hamlet clásico, el "ser o no ser", también persigue al de Llorente, que "reflexiona sobre todo", apuntó Gonzala Martín, pero no como el heroico personaje de Shakespeare, matizó Sanz, sino que este Hamlet es un "antihéroe" sumergido en la "apatía postmoderna" del joven contemporáneo. Se aburre.

Con todos estos ingredientes 'Hamlet, es una obra "divertida y dinámica", en la que el texto lleva el peso de la acción, "de una acción que no deja de fluir", señaló Gonzala Martín.

"Es como un río que no deja de pasar", ilustró Hierónides. La obra discurre como un torrente de acciones, ideas y situaciones cómicas, en las que el espectador debe ir rescatando y asimilando ideas. La síntesis de compromiso ideológico y comicidad, no está exenta de controversia.

Como el original shakesperiano, también realiza juegos sobre el propio teatro, sobre lo que es verdad y es ficción. En la obra clásica, son los cómicos los que hacen este juego representando ante el rey Claudio, cómo asesino a su hermano para destronarle.

En esta absorción, son los propios personajes los que hacen el juego ante los espectadores, mezclando realidad y ficción, las personas y los personajes, según explicó Gonzala Martín.

REFERENCIAS A LA OBRA CLÁSICA

Los conocedores de la obra clásica serán recompensados con el reconocimiento de multitud de referencias a la obra, más o menos identificables, en frases, acciones, o actitudes de los personajes, aunque no es en absoluto necesario conocer la obra para dejarse llevar por esta obra, también es válido el camino contrario. "Muchas personas han leído la obra después de ver nuestro Hamlet, para encontrar las referencias", añadió Martín.

El compromiso con lo humano, real, histórico y social es una constante en el teatro de Mariano Llorente, según recordó la actriz Gonzala Martín. El autor fue galardonado en Zaragoza con el premio de dramaturgia Lázaro Carreter, en la primera edición de este certamen literario, en el año 2005, por su obra 'Nadie canta en ningún sitio'.