ZARAGOZA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Institución "Fernando el Católico" (IFC), dependiente de la Diputación de Zaragoza, ha publicado una nueva edición del Diccionario Militar de Raimundo Sanz. Palabras como caracol, falsa braga, herizo, cortina, manga o salchichones son algunas de las que se usaban en el siglo XVIII en el ámbito militar.
Esta edición ha sido preparada por Francisco Gago y Fernando Tejedo, investigadores de la Universidad de Virginia (Estados Unidos), informan fuentes de la IFC.
En el Diccionario se pueden encontrar términos tan curiosos como dientes de sierra que eran las líneas fortificadas o frentes para flanquearse unos a otros; o también el caracol que es el movimiento semicircular que hacía la caballería; la cortina que era la parte del recinto comprendida entre dos flancos que están opuestos; la falsa braga que es como se denominaba a una latitud de terreno que corre alrededor del recinto principal; el granadero, un soldado que portaba una bolsa con granadas; o la masilla que era el dinero que el capitán retenía a los soldados.
Igualmente son destacables palabras como la manga que era un cuerpo de 40 a 60 hombres que se sacaban de un batallón; la salchicha que es un cilindro de pólvora puesto dentro de una tela redonda y cosida; los salchichones que son fajos hechos de ramas de árboles; el herizo que es una barrera de un solo madero o viga con puntas de hierro que servía para abrir o cerrar un paso; o los gritos de armas que eran los gritos que hacían los turcos cuando atacaban a los enemigos.
A pesar del mérito y profundo calado de esta obra, el Diccionario militar de Sanz, publicado originalmente en 1749, quedó sumido en el anonimato desde su elaboración, por ello lo que se pretende ahora es poner esta nueva edición al alcance de interesados en la historia del ejercicio militar, de historiadores de la lengua, lexicógrafos y de estudiantes del siglo dieciocho para que puedan aprovecharse del material que esta obra contiene.
El Diccionario tiene un interés especial para Aragón, en vísperas de 2008, y es que refleja con especial claridad todas las peculiaridades técnicas de los ejércitos que lucharon en los Sitios de Zaragoza.
La presente edición, que ha respetado en la medida de lo posible el texto de Sanz, ofrece una valiosa obra de consulta y de estudio, que incluye cuatro índices que recogen una relación de nombres propios y una de nombres geográficos.
