Zaragoza.- La Lonja Medieval de Uncastillo acogerá desde el sábado una colección de obras del pintor José Orús

Actualizado: jueves, 2 noviembre 2006 20:40

UNCASTILLO (ZARAGOZA), 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Sala de Exposiciones de la Lonja Medieval de Uncastillo acogerá a partir del próximo sábado, 4 de noviembre, una colección de obras del pintor zaragozano José Orús. Se trata de una exposición antológica de toda la trayectoria artística de Orús cedida por el Centro Cultura Mesonada de Utebo. La inauguración de la exposición tendrá lugar el próximo sábado, en la Sala de Exposiciones, sede de la Fundación Uncastillo, a las 18,00 horas.

La formación del pintor zaragozano, José Orús, fue vocacional y autodidacta, afianzada con el transcurso del tiempo por un permanente trabajo de investigación de las texturas y las calidades lumínicas del color. Fue hacia 1950, después de abandonar los estudios universitarios, cuando José Orús inicia decididamente su actividad profesional con la realización de su primera exposición en la Galería de los Siete de Valencia.

En esos momentos, y tras una breve etapa pictórica expresionista con oníricas alusiones a la naturaleza o al paisaje vegetal, aborda definitivamente una pintura no figurativa, y lo hace en solitario aunque simultáneamente a los trabajos que llevan a cabo los grupos de pintores abstractos de nuestra posguerra.

Los críticos y especialistas explican la obra de Orús a través de tres etapas diferenciadas: una primera de informalismo, entre 1950 y 1960; una segunda, correspondiente a los pigmentos metálicos, en la década de los sesenta; y una tercera etapa, de mundos paralelos, desde 1970 hasta la actualidad.

En la década de los 50 el trabajo de Orús está dominado por un carácter informal. La técnica de Orús, basada en pigmentos terrosos, le aproxima al campo matérico y táctil que caracterizó los inicios franceses del informalismo. Paulatinamente, el pintor evoluciona hacia el tratamiento por capas, al tiempo que crecen los contrastes de claroscuro y el colorido, y aumentan las rugosidades o gránulos, imponiéndose los registros de óxidos y tierras. Así hasta llegar a los cuadros precursores de los pigmentos metálicos, su siguiente etapa.

En 1955, Orús se había instalado en París, donde vivirá diez años. Por entonces su pintura ya había llamado la atención: se le seleccionó para participar en la I Bienal Hispanoamericana celebrada en Madrid en 1951, monta una exposición en la Galería Fernando Fe "Artistas de Hoy", en 1958, y su obra es colgada en el primer museo de Arte Contemporáneo Español junto a una pieza de Tapies.

La década de los 60 abre para Orús la puerta de los grandes certámenes internacionales: participa en la II Bienal de París (1961), en la XXXII Bienal de Venecia (1964) --donde el MOMA adquiere una de sus obras--, en el Congress Malle Fiertgaten de Berlín, en la Unge Sapnske Malares de Oslo, en Kunstverein de Munich, Junge Spanische Maler de Viena o en el National Art Galleries of Spain de Nueva York.

También en estos años sesenta, Orús forma parte del Movimiento Artístico del Mediterráneo, MAN, y está presente en destacadas exposiciones individuales en Madrid, en la Galeria Biosca (1963 y 1965), en el Ateneo (1966) y en Skira (1970).

Orús participa de la vanguardia española con unas obras sustentadas en el concepto integrador de la luz-color-movimiento. Es la época de máxima expresión de sus trabajos con pigmentos metálicos, en oro, plata y bronce.

El año 1970 será clave en la evolución del pintor. Su viaje a Estados Unidos y la utilización de la luz negra marcan un período que continúa hasta hoy. En Nueva York expone en la Galería Rayndon, y su estancia en la inquietante ciudad abre un nuevo campo a su pintura: la incorporación de la luz negra y la dualidad pictórica conceptual.

El cuadro, con luz blanca, tiene una realidad visual que cambia bajo los efectos de la luz negra. La materia y el color sufren una transformación que en los primeros momentos se basa en dos tipos de colores, los lumínicos y los opacos. El negro ya no es la ausencia de color, sino que por medio de sus calidades confrontadas entre la brillantez y la opacidad se obtiene la luz.

La investigación matérica bajo la luz negra va afianzándose en la década de los ochenta, con una mayor riqueza cromática en el cambio metamórfico, de tal manera que la absorción de la luz por parte de la materia llega a tal grado que permite su luminiscencia en la oscuridad. Otra característica ahora nueva en la obra de Orús será la vibración de las masas.

Durante este largo período la actividad expositiva del pintor zaragozano continúa. Expone en la Feria de Arte de Basilea (1980), en el Planetario Galileo Galilei en Buenos Aires (1981), en la muestra de antologías en la Lonja de Zaragoza (1976 y 1993), París, Madrid, Valencia, y en la Exposición Antológica en la Sala Millares del Ministerio de Cultura (1998). Desde sus inicios, Orús ha conseguido hacer real su sueño, combinando el arte con la ciencia.