MURILLO DE GÁLLEGO (ZARAGOZA), 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El municipio de Murillo de Gállego celebra mañana el tradicional descenso de la 'nabata', en el que un grupo de cuatro personas bajaran maderos por el río Gállego como se hacía antiguamente. De hecho, el colectivo que promueve esta iniciativa --por segundo año consecutivo-- es la Asociación de Nabateros d'a Galliguera, que tiene como objetivo recuperar una tradición olvidada desde que desapareció allá por los años 40 y 50.
Según comentó a Europa Press, Fermín Ortas, presidente de la Asociación de Nabateros d'a Galliguera, se bajaba la madera agrupada en lotes (nabatas) por el río para transportarla de un pueblo a otro. En concreto, se preparaban los maderos que se iban a trasladar y los anudajes y después se hacía el descenso.
Con la llegada del ferrocarril y otros medios de transporte, además de la modificación de los cauces por la construcción de los pantanos esta tradición se fue perdiendo, aunque los más ancianos aún recuerdan como se hacía este procedimiento. De hecho, y como explicó Fermín Ortas, son personas de la Comarca de La Ribagorza o, más concretamente, de Laspuña y de otros lugares los que les han ayudado a hacer posible esta peculiar y vistosa actividad.
El presidente de esta asociación explicó que antes de hacer el descenso se corta la sarga con la que se van a atar los maderos, labor que se realizó a mediados del mes, en colaboración con mayores de Laspuña. Después, se tienen que 'remellar' o retorcer la fibra para que rompa y permita elaborar tiras sólidas que servirán para atar los maderos en forma de balsa. Posteriormente, se procede a preparar la nabata y a construirla para que esté preparada para el descenso, bien ajustada y anudada.
DESCENSO DE LA NABATA
El descenso, programado para mañana, comenzará en la denominada playa de Murillo de Gállego y terminará en el Puente de Santa Eulalia, unos siete kilómetros de río de aguas semibravas. La nabata medirá alrededor de 11 metros de largo por 2,5 de ancho y mojada puede llegar a alcanzar un peso de unas tres toneladas.
Encima de la nabata suelen ir un grupo de cuatro personas que dirigen esta balsa con unos remos construidos de forma artesanal. Los 'nabateros' tienen que ir vestidos a la antigua usanza, es decir, con pantalones de pana y camisas anchas, y algunos pueden llevar boinas tradicionales. Participan tanto hombres como mujeres de diferentes edades.
La bajada suele durar unas dos horas y media, dependiendo de la nabata y sobre todo del estado del río y su cauce, aunque este año se espera que no invierta más de una hora y media en el descenso.
