El acusado de enfrentarse a la Policía que fue a su casa durante el confinamiento pagará una multa de 900 euros

Publicado: lunes, 8 marzo 2021 16:35

GIJÓN, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de enfrentarse a los policías que acudieron a su casa alertados por un vecino, que denunció exceso de ruido y una aparente fiesta durante el periodo de confinamiento domiciliario, ha aceptado los hechos y el abono de una multa de 900 euros, han confirmado a Europa Press desde la Fiscalía.

Así lo ha hecho al llegar a un acuerdo de conformidad previo a la vista oral señalada para este lunes, en el Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón.

Inicialmente la Fiscalía pedía un año de prisión por un delito de atentado a la autoridad, pero tras el acuerdo se condenará al procesado, por un delito de resistencia grave del artículo 556 del Código Penal, al abono de una multa de seis meses con cuota diaria de cinco euros, además del pago de las costas judiciales de la acusación particular.

De acuerdo al relato fiscal, a las 16.00 horas del día 19 de abril de 2020, durante el confinamiento domiciliario, se encontraba en su domicilio en la calle Covadonga de Gijón, con la música muy alta y junto con al menos otra persona no residente en esa vivienda, en lo que aparentaba ser una fiesta.

Como generaba molestias y, en principio, suponía un incumplimiento de las normas reguladoras del estado de alarma, un ciudadano alertó a la Policía Local, que se desplazó al lugar.

Al llegar, los agentes comprobaron, ya desde la calle, que el volumen de la música era muy alto, por lo que subieron hasta el piso. Tuvieron que llamar reiteradamente al timbre hasta que finalmente abrió la puerta el acusado, que se identificó como propietario. Los policías le instaron entonces a que bajara el volumen de la música, ante lo que el acusado, lejos de hacerlo, le dijo a la otra persona que estaba en el interior de la casa que subiera más el volumen.

Añadió que él estaba en su casa y hacía lo que quería, pidiendo reiteradamente a su amigo que subiera la música, dado que éste no le hacía caso. Al persistir en su conducta, fue requerido para que se identificara, negándose a ello, hasta que en un momento dado, dirigiéndose a uno de los agentes, le dijo: "Cuando te vea por la calle sin uniforme te voy a matar".

Acto seguido, dirigió su mano hacia el bolsillo trasero del pantalón, gesto que provocó la reacción inmediata de los policías, que procedieron a reducirle y esposarle. El acusado llevaba en el bolsillo una navaja, que los agentes ocuparon inmediatamente.

Una vez en el vehículo policial, los funcionarios trasladaron al acusado preventivamente al centro de salud, donde se negó rotundamente a ser asistido, por lo que se le llevó de inmediato a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, donde no colaboró en ningún momento con su ingreso en calabozos, hasta el punto de que no fue factible tomarle las huellas.

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