El acusado de intentar matar a su compañero de piso dice que la víctima se hirió al intentar coger el cuchillo

Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 18:40

GIJÓN, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ciudadano marroquí juzgado hoy por intento de homicidio alegó hoy durante la vista oral, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, que la víctima, un hombre de nacionalidad rumana con el que compartía piso en Candás, se abalanzó sobre él para arrebatarle el cuchillo, momento en el que se produjeron las lesiones más graves, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El acusado pidió su libre absolución basándose en una serie de atenuantes, y en caso de que fuera condenado, que se le impute un delito de lesiones y no de homicidio en grado de tentativa.

Por su lado, la Fiscalía mantuvo su solicitud de pena de cárcel para el imputado, siete años, a lo que añadió la prohibición de acercarse a la víctima durante el tiempo de condena. Además, solicita que indemnice a la víctima en 3.600 euros por las lesiones y 1.000 euros por las secuelas. Asimismo, el ciudadano rumano -acusado de agredir al procesado hoy-- está huido de la Justicia desde los hechos. El hombre estaba en situación irregular en España.

Durante su declaración, el procesado indicó que ambos discutieron en la calle y que su compañero de piso le dio "una paliza brutal". Pos este motivo, subió a casa a recoger unos papeles para interponer una denuncia por agresión en la Guardia Civil. El acusado relató que al mirar por la ventana vio que su compañero de piso le estaba esperando abajo, por lo que cogió el cuchillo para defenderse.

Ya en la calle, el ciudadano rumano intentó arrebatarle el cuchillo, según el imputado, lo que le causó las lesiones. En este sentido, en la vista oral el informe forense desveló que las heridas que presentaba la víctima en la mano podrían coincidir con la declaración del acusado, en el sentido de que se las habría hecho al intentar coger el arma.

Esta versión no coincide con la del informe fiscal, al que tuvo acceso Europa Press. Según la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar el 26 de junio de 2005, cuando el imputado discutió con un compañero de piso, de nacionalidad rumana, cerca del domicilio en el que residían ambos en Candás. Durante la pelea, el acusado resultó con varias contusiones en la cara --que tardaron en curar 14 días--.

Como consecuencia de resultar lesionado, el imputado, "con ánimo de venganza", subió a su casa y cogió un cuchillo de cocina, para acto seguido volver a la calle y enfrentarse al otro hombre, "con ánimo de atentar contra su vida".

Aunque la víctima logró esquivar una primera cuchillada dirigida al vientre, el agresor continuó hasta que le alcanzó la cara y mano izquierda, lo que le provocó diversas heridas de consideración. Tras acometer supuestamente la agresión, el imputado se dio a la fuga y tiró el cuchillo en un contenedor.

Tras las puñaladas, la víctima quedó tumbada en el suelo "sangrando abundantemente". Asimismo, precisó de tratamiento médico y quirúrgico, además de quedarle como secuela una cicatriz de 15 centímetros desde la zona molar hasta la región retro-auricular izquierda. En su curación empleó 60 días, de los que la mitad estuvo incapacitado para desempeñas sus tareas habituales.

JUZGADO DOS VECES POR EL MISMO DELITO.

Esta es la segunda vez que el acusado de origen marroquí es juzgado por este delito, después de que el Tribunal Supremo anulara el juicio anterior al no asistir uno de los magistrados que dictó la sentencia a la práctica de una prueba anticipada al estar de vacaciones, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Según las citadas fuentes jurídicas, la primera vista oral se celebró el 22 de julio de 2008. En aquella ocasión, se sentenció al imputado a cinco años de prisión, aunque la petición fiscal era de siete años. El abogado de la defensa recurrió el fallo judicial y pidió la nulidad del juicio basándose en la ausencia del magistrado y su sustitución por otro durante la práctica anticipada de una prueba que se hizo por videoconferencia.

A este respecto, el Tribunal Supremo dio la razón al letrado en septiembre de este año, por lo que la Audiencia Provincial estaba obligada a celebrar de nuevo el juicio, pero con un tribunal diferente al de la primera vista oral.