OVIEDO, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el esclarecimiento del asesinato de la joven Karla P.M. en Melilla, en julio de 2016, a manos de su expareja y padre de su hijo, Abdelwahid A., han declarado este lunes ante el Tribunal que la zona en la que apareció el cuerpo de la joven "era una zona aislada en la que por la noche y de madrugada no suele haber nadie y cuenta con poca iluminación".
La de este lunes es la segunda sesión del juicio que se celebra con jurado popular en la Sección Tercera de la Audiencia. Entre los testigos llamados a declarar estaba el agente de la Guardia Civil encargado de instruir el atestado que ha explicado en la sala que cuando la encontrarin "la víctima estaba sentada en el suelo apoyada en una maleta y las marcas en el cuello se veían a simple vista".
"La primera impresión que me dio es que podía haber sido estrangulada", ha indicado otro de los agentes que firma el atestado, que ha indicado "que como conclusión al oír al acusado es que él sabía lo que había pasado".
Este agente también estuvo presente en la declaración del joven y ha indicado que a tenor de la misma no cabía "ninguna duda de que el fue el que estranguló a Karla", ya que "era consiente de lo que había hecho". Además ha indicado que el acusado no manifestó haber bebido ni tomado drogas durante el fin de semana y se negó a responder a alguna de las preguntas.
Así ha indicado el agente, en su declaración "el acusado estaba tranquilo y les indicó que tenía una requisitoria de la Policía Nacional y que en un momento de discusión con la víctima para hacerla callar y que no llamase a la Policía le apretó fuertemente el cuello hasta que el pensaba que la dejaba inconsciente y entonces se asustó y abandonó el lugar".
Otro de los agentes de la Guardia Civil que acudió al lugar de los hechos ha explicado que desde el Centro operativo les avisan de la posibilidad de que una chica estuviese en estado de embriaguez, por la forma en la que estaba sentada sobre una maleta. "No pensábamos que estuviese fallecida, cuando llegamos le miramos el pulso y vimos que no tenía, así que la echamos en el suelo para tratar de reanimarla y nada. Serían las ocho de la mañana".
Similar fue la declaración del otro agente que también coincidió en que la víctima "estaba sentada sobre una jardinera y apoyada en una maleta, por lo que no pareciese en principio que estaba fallecida".
Así todos los agentes que han declarado, en contra de lo manifestado el pasado viernes por el procesado, han asegurado que la zona en la que apareció el cuerpo de Karla "no se hace barbacoas ni es una zona de acampada". Todos han coincidido además en que la frontera con Marruecos cercana al lugar en el que apreció el cadáver no es lugar apropiado para el paso de personas y menos aún con el carrito de un bebé.
Los agentes que llevaron a cabo la investigación también han ratificado que el acusado usaba diferentes cuentas en Facebook en las que tenía fotografías suyas con su hijo. Además han indicado que realizó 83 llamadas telefónicas a la víctima del 1 al 10 de julio, una de ellas de una hora de duración; y más de una veintena desde otras líneas también pertenecientes al acusado. Mientras desde el teléfono de la víctima únicamente salieron 4 llamadas dirigidas a su ex pareja.
