Anadón dice que pistas de esquí desaparecerán por el cambio climático y cuestiona la viabilidad de Fuentes de Invierno

Actualizado: domingo, 20 enero 2008 14:19

El calentamiento del agua hace que la anchoa se aleje de Asturias hacia Francia y que Inglaterra sea costera de bonito, dice el catedrático ovetense

GIJÓN, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, Ricardo Anadón, alertó, en una entrevista concedida a Europa Press, de la posibilidad de que el deshielo sea más rápido de lo que se piensa, con lo que el nivel del mar puede llegar a superar el metro en un plazo de 40 años. Según Anadón, si esto sucede, una gran cantidad de obras públicas, como El Musel, y de ciudades costeras, como Villaviciosa, estarán "en el límite de lo inundable". "Muchas playas desaparecerán", aseguró antes de apuntar a los daños económicos que todo esto traería consigo. También aseguró que pistas de esquí llegaran a desaparecer por este fenómeno al tiempo que cuestionó la viabilidad de la estación asturiana de Fuentes de Invierno.

En concreto, señaló que la playa de San Lorenzo en Gijón estaría "condenada". "No hay retirada posible", dijo con alusión a la línea de pisos construidos en el paseo de El Muro. En su opinión, si con los temporales salta el agua, con un metro de subida del nivel del mar se inundará la zona. El catedrático

FALTA DE PESCA.

Para el catedrático, los efectos del cambio climático se están dejando notar ya en Asturias, especialmente por el calentamiento del agua. Como ejemplo, citó el sector pesquero, donde "cada vez está más claro que la anchoa se desplaza al Norte y la costera del bonito tiene que ir más lejos". "Irlanda está empezando a ser costera de bonito", apuntó.

Anadón añadió que los pescadores notan como la anchoa, que daba mucho dinero, se desplaza a Francia. "Se convierte en recurso de otro país", dijo. En su opinión, la escasez de la anchoa puede ser mezcla de explotación pesquera y de efectos del cambio climático, por lo que no está claro que la veda establecida consiga el repoblamiento esperado de esa especie en aguas cantábricas. Unido a ello, señaló que vendrán otras especies, por contra, que no se conocen en Asturias, como peces de aguas más tropicales.

En cuanto a las temperaturas, indicó que seguirán en aumento, con una diferencia térmica mayor entre el invierno y el verano, lo que llevaría a un cambio en la vegetación y también en la fauna, que afectaría incluso al oso pardo y al urogallo. También el descenso de pluviosidad implicará un menor caudal de los ríos con un efecto negativo en el salmón. El catedrático planteó que si en otros países se está empezando a apreciar cambios en bosques, "aquí también puede pasar".

Anadón indicó que el cambio climático afectará a todo, también a los tipos de cultivos. "Igual es necesario adaptarlos", señaló. "Depende del descenso de la pluviosidad", añadió. Es más, apuntó que habrá especies corrientes de esta zona que desaparecerán y que vendrán otras que podrían ser dañinas para las autóctonas. Los cambios en el hábitat de los insectos podrán también derivar plagas forestales.

ESTACIÓN DE FUENTES DE INVIERNO, MAL PLANTEADA.

También indicó que uno de los efectos más directos que podemos ver hoy son las estaciones de esquí. Según él, están empezando a estudiar si cierran las pistas más bajas y suben a las partes más altas. Es más, enfatizó que cada vez la temporada de esquí se acorta más. El cambio climático pude llegar a significar la desaparición de algunas estaciones de esquí, según él.

Sobre este asunto, criticó el diseño de la nueva estación asturiana, Fuentes de Invierno. "Se hacen sin tener en cuenta que el mundo no va a ser el que ahora", dijo de este tipo de infraestructuras. Anadón indicó que la cota más alta de esta estación es muy baja, a su juicio, con respecto a otras. "Está en el límite de lo usable", afirmó. Para él, hacer una estación para un mes es poco rentable.

REDUCCIÓN DE EMISIONES CONTAMINANTES.

Otro de los cambios es que los océanos absorben menos CO2 que hace 30 años, por lo es importante reducir las emisiones contaminantes. En cuanto a los estudios para la captura de CO2, indicó que según los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPPC) parece que no existe un problema técnico para concentrar CO2 y para licuarlo, sino que el asunto radica en la localización de zonas geológicas en la tierra para "una residencia definitiva".

A este respecto, apuntó que lo más ideal es donde se haya extraído gas o petróleo. "No hay probado que haya un lugar", añadió por contra.

Por otro lado, apostó por un sistema energético en el que la producción esté cercana al consumo. Para él, habría que pensar en un modelo de generación-consumo para evitar que regiones como Asturias sean excedentarias y que la energía tenga que viajar 500 o casi 1.000 kilómetros. Sobre este tema, manifestó que por los cables de alta tensión se pierde hasta un 10 por ciento de energía en forma de calor.

Anadón indicó que no se trata de que las emisiones contaminantes estén repartidas, sino en un sistema más eficiente. "Aunque todo el gas estuviera en un punto de la Tierra el efecto sería el mismo". "El problema es que se emita", agregó.

También abogó por el sistema que defienden algunos expertos de aprovechar el agua caliente residual de las centrales térmicas de gas para poder, a través de tuberías, distribuirlo directamente en las casas, lo que ahorraría mucha energía al no tener que usar gas o electricidad para calentar el agua en el domicilio.

En cuanto a la planta de ciclo combinado prevista para El Musel, lamentó que otra vez se construirá "lejos", con referencia al punto de destino. Además, apuntó que el usar agua de mar y soltar la residual, lo que hará es calentar más el mar.

Respecto a otros sistemas de generación de energía, señaló que las centrales nucleares tienen una vida útil de 50 ó 60 años con el consumo actual. Asimismo, opinó que se trata de una inversión "muy fuerte para un tiempo limitado", por lo que es necesario analizar los beneficios y los costos. También indicó que, pese a que estas centrales no tienen mucho efecto invernadero, sí lo tienen durante su construcción, al precisar para ello de mucha energía.

A su juicio, a no ser que funcione la fusión no hay un método de energía que sustituya a los actuales, el petróleo y el gas, que son más fácilmente transportables, pese a la inseguridad internacional que conlleva el que los mayores yacimientos estén en países con gobiernos no muy democráticos o poco estables.

MÁS CONCIENCIACIÓN.

Anadón también apuntó que todo el mundo está hoy día más concienciado de que existe el problema del cambio climático que hace por ejemplo diez años. "Me decían que era un aprovechado de una moda", señaló sobre cuando él empezó a estudiar este campo.

No obstante, pese a que la visión ha cambiado, pocas personas, a su parecer, están dispuestas a realizar un gasto económico para paliar sus efectos, como pueda ser adaptar sus casas, aunque existan subvenciones para ello y a la larga suponga un ahorro para sus bolsillos. En este punto añadió que, de acuerdo a unos estudios, en 10 o 15 años los consumidores se podrían ahorrar hasta 150 euros por tonelada de CO2.

El catedrático apostó por construir casas de otra manera, más bioclimáticas, aunque dijo ser consciente de que ni los constructores ni los consumidores aceptarían el coste inicial que supondría. "Nadie estaría dispuesto a gastar en ello 3.000 euros, pero sí para irse a Cancún", lamentó.

CONFERENCIA EN EL CICA.

Anadón dará una conferencia, el próximo día 23 en el Centro de Interpretación del Cine en Asturias (CICA), titulada 'El cambio climático: causas y consecuencias'. La ponencia, que tendrá lugar a las 20.00 horas, precederá al documental 'El paraíso industrial', de las asturianas Konchi Rodríguez, Kela Coto.