GIJÓN, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, dejó claro esta mañana, durante la clausura del certamen de la Semana Negra, que nadie va a impedir que se celebre la próxima edición de este festival en Gijón. Es más, anunció la firma de un convenio con la organización del evento para para potenciarlo durante los próximos cuatro años. "No vamos a renunciar a esto", apostilló.
De esta forma, Areces despejó las dudas sobre la posible suspensión del certamen, después de que, tras una denuncia vecinal por ruido, una sentencia prohibiera su celebración a menos de 500 metros de los edificios. El jefe del Ejecutivo regional señaló que durante estos 20 años, siempre ha llegado a Gijón en el tren de la Semana Negra, y que nadie se lo va a impedir.
Respecto a las quejas vecinales, señaló que se basaban más en denuncias de ediciones anteriores, en las que pudo haber más ruido, pero que en esta ocasión él mismo había pasado por la zona afectada y había un "absoluto silencio". "Había ruido, pero se corrigió", afirmó. De hecho, aseguró que hoy es la zona "más silenciosa de la Semana Negra".
No obstante, apuntó a que se reorientará el festival para evitar molestias. "Somos muy respetuosos con las garantías de los ciudadanos, pero tenemos capacidad de adaptación", señaló.
Para el presidente regional, el certamen es y debe ser un "espacio de libertad para todo el mundo". Por ello, el convenio persigue dar a la Semana Negra "más capacidad de innovación, creatividad e impulso".
Según Areces, el festival gijonés es símbolo de cómo entender la cultura. Un espacio que recibe cada día a miles de personas y donde cada cual decide la actividad a la que quiere ir. Un espacio crítico, pero que a la vez no coarta la libertad.
Además, indicó que la Semana Negra "puede causar algunas molestias, pero muchos beneficios para la generalidad". El jefe del Ejecutivo regional recordó que el festival produce beneficios económicos "indudables" para la ciudad, la región y para empresas pequeñas artesanales que venden sus productos en el recinto del festival, además del empleo que genera.
Asimismo, apeló al "talante abierto" del certamen. "Aquí no se excluye a nadie", aseveró sobre el festival, al que calificó de espacio de "libertad, acogida y esfuerzo".
Areces destacó los 20 años de la Semana Negra, que no son nada, pero en los que han pasado muchas cosas. También recordó a quien ya no está, como el escritor cubano afincado en Gijón Justo Vasco, ya fallecido, o Chus Quirós.
Previo al discurso del presidente regional, el director del certamen, Paco Ignacio Taibo II ya había anunciado su intención de celebrar la XXI Semana Negra en 2008 en Gijón. Si embargo, señaló que tal vez haya que introducir algunos cambios en el modelo, aunque añadió que, como festival de vanguardia, no tenían miedo a nada. Por este motivo, aseguró que la próxima edición va a ser "grande y gorda".
Taibo II explicó que reinventarán el certamen, huyendo de la banalidad de la sociedad actual y centrándose en la esencia, que es, en su opinión, la fiesta popular mezclada con la mejor calidad del festival literario que se pueda hacer.
La Semana Negra, además del respaldo del Principado recibió el del Ayuntamiento de Gijón, de la mano del edil de Cultura, Justo Vilabrille. El concejal aseguró que la próxima edición del festival va a ser "innovadora". De la presente, apuntó que ha sido todo un éxito. Según Vilabrille, el certamen es una fiesta "mestiza, solidaria y participativa", al igual que lo es Gijón.
Por otro lado, durante la clausura se hizo un balance a los diez días de la Semana Negra, que previsiblemente se clausure esta noche con la asistencia de un millón de visitantes y la cifra récord de ventas de libros, con 60.000 ejemplares. También se hicieron entrega de los galardones, fallados el pasado viernes.
