La Casa Malva atendió a un total de 72 mujeres durante su primer año de funcionamiento

Actualizado: lunes, 11 agosto 2008 14:43

El perfil de la usuaria es de una mujer menor de 35 años con hijos a su cargo y víctima de malos tratos físico y psíquicos.

OVIEDO, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, la Casa Malva, en Gijón, atendió durante su primer año en funcionamiento, entre julio de 2007 y julio de 2008, a un total de 72 mujeres. A éstas se suman 73 menores y tres familiares a cargo de las usuarias, que elevan la cifra a 148 personas atendidas.

Para la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, María Fernández Campomanes, esta cifra es el "signo más visible" del nuevo modelo de atención y reconocimiento a las víctimas. "Lo importante es pasar de la casi clandestinidad al amparo de la complicidad de la sociedad con las víctimas", destacó en rueda de prensa, Campomanes.

En cuanto a la vía de acceso de las mujeres a la Casa Malva, ésta sigue siendo mayoritariamente la de urgencia, en concreto un 93 por ciento, 67 mujeres en total. De los ingresos por vía ordinaria, un 7 por ciento, se corresponden con traslados dentro de la Red de Casas de Acogida y a peticiones valoradas previamente desde los Servicios Sociales correspondientes.

La directora del Instituto Asturiano de la Mujer también señaló que, a lo largo de todo el año, el nivel medio de ocupación de la Casa Malva se situó en torno al 80 por ciento.

Con respecto a quién realiza la petición de ingreso, en primer lugar están los realizados a petición del 112-Asturias (40,3 por ciento) y en segundo los de las mujeres que lo hacen por iniciativa propia (11,1 por ciento) vía telefónica o presencial. El resto de peticiones provienen de las fuerzas de seguridad (18 por ciento.

En cuanto al tiempo medio de estancia, un 70 por ciento de las mujeres permaneció en la Casa Malva menos de dos meses. En lo que respecta a las salidas del centro, durante este primer año 55 mujeres abandonaron la Casa Malva y, junto a ellas, 53 menores a su cargo.

En un 31 por ciento de los casos la salida se produce al cumplirse los objetivos: empleo, vivienda, recuperación de las secuelas del maltrato, medidas legales de protección, asignación de ingresos económicos.

PERFIL DE LAS USUARIAS

Por su parte, la concejala de Empleo y de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón, Begoña Fernández, destacó que el perfil de las usuarias de la Casa Malva es el de una mujer asturiana menor de 35 años, con un menor a su cargo y que ha sufrido maltratos físicos y psíquicos por parte de su marido o compañero, con el que convive y contra el que existe una denuncia.

Por lo que respecta a la procedencia de las usuarias, el 43 por ciento son de Gijón, repartiéndose el resto entre otros municipios asturianos (48,6 por ciento) y mujeres de otras Comunidades Autónomas desplazas por motivos de seguridad (8,3 por ciento).

En cuanto a la edad, el 50 por ciento de las mujeres que ingresan en la Casa Malva son menores de 35 años, un 34,7 por ciento tienen entre 35 y 50 años y un 15,27 por ciento tienen más de 50 años.

La edil destacó en su intervención el incremento significativo de menores que acompañan a las mujeres que ingresan en la Casa Malva. Así, un 52,8 por ciento de las mujeres ingresan con menores de edad a su cargo, 75 en total. El 50 por ciento de las mujeres la hicieron con uno, el 26,3 por ciento con dos y un 21,05 por ciento con tres menores a su cargo.

En el 52,8 por ciento de los casos atendidos en la Casa Malva se interpuso una demanda por los maltratos. "El número de denuncias va en aumento, es un dato que nos indica que tenemos que seguir trabajando en este sentido", señaló María Campomanes, al tiempo que afirmó que las mujeres que acceden a las casas de acogida son cada día más conscientes de sus derechos.

Un 82 por ciento se encuentra en situación de desempleo y un 30% tiene algún tipo de ingresos (Salario Social, Renta Activa de Inserción, pensiones).

La Casa Malva atendió además de a 21 mujeres inmigrantes lo que supuso el 29,2 por ciento del total. La mayoría proceden de Latinoamérica y son mujeres jóvenes con hijos.