"¡Viva el Rey!; ¡Viva España!", coreó el Teatro Campoamor llegando a interrumpirle entre aplausos, frente a las protestas de la calle.
OVIEDO, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La capital del Principado de Asturias, Oviedo, ha celebrado este viernes la trigésimo cuarta ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, la primera de Felipe VI como Rey tras más de tres décadas de vinculación a los galardones y de discursos como Príncipe de Asturias. En la edición de 2015 ya serán 'Premios Princesa de Asturias'.
De hecho, uno de los momentos más distendidos de la solemne ceremonia fue precisamente el cierre de la gala, cuando Don Felipe se confundió al convocar la edición del año que viene. "Quedan convocados los Premios Príncipe de Asturias... Princesa de Asturias 2015", dijo el Rey sonriendo, entre los aplausos del auditorio y la actitud cómplice de la Reina Letizia.
Fue muy aplaudida por los 1.600 asistentes la Reina Sofía, que recibió una calurosa ovación de bienvenida con el público en pie, incluso mayor que la de los Reyes, que desfilaron por el pasillo central de Campoamor entre sonoros aplausos.
Sin embargo, no todo fueron buenos gestos para la familia real durante su visita a la capital asturiana. Al igual que en los dos últimos años, cientos de personas se agolparon en los alrededores del Teatro Campoamor y el Campo San Francisco, entre fuertes medidas de seguridad, para protestar contra la gestión política de la crisis, la corrupción y la monarquía.
Así, durante cerca de dos horas la ciudad vivió dos realidades a escasos metros de distancia. Mientras dentro del teatro un espontáneo animó al público a vitorear: "¡Viva el Rey!¡Viva!; ¡Viva España!¡Viva!", llegando incluso a interrumpir el discurso de Felipe VI, que retomó la palabra entre aplausos; en el entorno de la céntrica plaza de la Escandalera, una numerosa concentración de personas llegadas desde distintos puntos de España, convocadas por el sindicato CSI y la 'Asamblea de las Marchas por la Dignidad', coreaban consignas reivindicativas.
CADDY Y LA EMOCIÓN
Los momentos más emotivos e intensos de la gala fueron protagonizados por la activista congoleña Caddy Adzuba, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2014. Primero por su profundo y contundente discurso, que pronunció ante un conmovido auditorio y el asentimiento continuo de los Reyes. Minutos después, con la mención de Don Felipe al compromiso de la joven periodista con las mujeres víctimas de la violencia sexual en la República Democrática del Congo, que ella recibió sin levantar la mirada, en actitud de sincera humildad.
También disfrutó del afecto de los presentes, junto al resto de galardonados, el creador de 'Mafalda', Joaquín Salvador Lavado Tejón 'Quino', que accedió al teatro en su silla de ruedas para recoger el galardón de Comunicación y Humanidades.
Recibieron el calor del público, igualmente, los químicos Avelino Corma, Mark Davis y Galen Stucky (Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica); el historiador e hispanista francés Joseph Pérez (Ciencias Sociales); el escritor irlandés John Banville (Letras); junto con los representantes de la Maratón de Nueva York (Deportes) y de el Programa Fulbright (Cooperación Internacional).
Por su parte, el arquitecto canadienses afincado en Estados Unidos Frank Gehry, Premio de las Artes, que se convirtió en el premiado más controvertido de esta edición tras responder con una 'peineta' a una pregunta sobre quienes consideran su obra como arquitectura del espectáculo, tuvo un pequeño tropezón cuando iba a recoger el diploma de manos del Rey, aunque reaccionó a tiempo para mantener el equilibrio.
AZUL KLEIN, VERDE, GRIS Y NEGRO
Pero junto a los premiados y la trascendencia de los discursos, la estética también ha sido, como en años anteriores, parte esencial de la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Los vestidos, peinados y trajes de los asistentes copan, en buena medida, la atención social.
Doña Letizia acudió en esta edición, la primera como Reina, con un vestido de encaje azul klein y negro, combinado con zapatos azules y bolso de mano negro. Como peinado, un recogido estilo años 20. A su vez, el Rey Felipe VI también optó por el azul para su corbata.
La Reina Sofía, fiel a su estilo sobrio, escogió para esta ocasión un traje de falda y chaqueta en diferentes tonos de gris. De hecho, los colores sólidos y oscuros, como grises y negros fueron los preferidos por los asistentes a la gala, entre los que estaban el presidente del Principado, Javier Fernández; el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo; el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo; los ministros José Ignacio Wert, Ana Pastor y José Manuel García-Margallo, junto a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
La más llamativa, también en las formas, fue nuevamente la congoñela Caddy Adzuba que lució un traje de estilo tradicional africano, de chaqueta y falda larga en un intenso tono verde. La sudafricana Nomsa Mazwai, becaria del Programa Fulbright, también destacó con su maquillaje, con una marcada sombra de ojos blanca.
Al término de la ceremonia, tras el himno de Asturias y ya de noche, pasadas las 20.00 horas, los Reyes y los galardonados abandonaron el teatro en comitiva --en cuyo exterior continuaban grupos de manifestantes--, para dirigirse hacia el Hotel de la Reconquista junto a las autoridades y asistentes a la gala, en compañía de los integrantes de bandas de gaitas y grupos folclóricos del Principado.
